Por Danilo Cruz Pichardo
El pasado presidente de la Cámara de Cuentas, Hugo Álvarez Pérez, admitió, en interrogatorio hecho por la Procuraduría General de la República, que en el organismo que dirigía se maquillaban auditorías.
La falta de seriedad de la pasada Cámara de Cuentas motivó al presidente Abinader, en discurso pronunciado hace cerca de dos años, a pedir la renuncia de su pleno, cuando faltaban tres meses para agotar el período en ese órgano.
En esa oportunidad se dijo, desde distintas fuentes crediticias, que Álvarez Pérez llegó a esa posición por ser concuñado de José Ramón Peralta, ministro administrativo de la Presidencia en el gobierno pasado, a quien se le atribuía influir para que 13 auditorías sean adulteradas o maquilladas, entre las cuales está una del Ministerio de Hacienda.
Al escogerse una nueva Cámara de Cuentas, presidida por el joven Janel Andrés Ramírez Sánchez, de quien se dice que es preparado y serio, ha salido a flote toda la podredumbre del Ministerio de Hacienda, de la gestión pasada, con actos de corrupción pública ascendente a decenas de miles de millones de pesos, de los cuales se dice que se invirtieron 70 millones en la campaña de la hija de un expresidente.
¿Y qué pasa ahora? Que ese expediente no puede salir a la luz pública, porque provoca la caída de altares, es decir, de personas aliadas políticamente al presidente Abinader. Además, se confirma desde círculos palaciegos, que ya al presidente no le interesa persecución judicial que afecte a la gestión anterior, en su búsqueda de alianza con Danilo Medina, bajo la mediación de Hipólito Mejía. Así de sencillo.
En el marco de la nueva estrategia política presidencial, con miras al certamen comicial de 2024, se aconseja a palacio a cortar la soga por el lado flaco, cambiando la Cámara de Cuentas, alegando un expediente judicial que tiene el presidente del pleno, donde dos jóvenes empleadas lo acusan de “acoso sexual”. Ahora se cambió por “acoso laboral”.
Se trata de supuestas conversaciones de Ramírez Sánchez que se produjeron el año pasado con las dos empleadas.
Aún más: ¿Desde cuándo pedir WhatsApp a dos subalternas y hacer preguntas de sus vidas privadas constituye acoso laboral ni sexual? Sencillamente Ramírez Sánchez no debió de hacerlo por su jerarquía, pero tampoco su acción involucra nada gravoso. Eso debió de quedar ahí y Punto.
Sin embargo, miembros del propio pleno motivaron a las damas a querellarse judicialmente y ahora el caso se les ha ido de las manos. Los cinco miembros acaban de anunciar, desesperadamente, unidad institucional. Ya es tarde, pues el asunto llegó al corrompido Congreso Nacional, constituido por bancadas que siempre abogan por el repartimiento de ese importante organismo.
Y ahora palacio, en su afán de neutralizar a Danilo Medina, para que no haga alianza con Leonel Fernández, quiere una nueva cámara. Una que maquille auditorías, acción que, según se dice, apoya Hipólito Mejía, el cual conocía que el gobierno pasado impondría a Gonzalo Castillo, bajo la condición de que su hija resultaría electa. Lo primero no se dio, porque la juventud dominicana se apostó en la Plaza de la Bandera y el presidente de la JCE se metió en miedo.
Esa nueva Cámara de Cuentas la quiere también el Comité Político del PLD. Leonel Fernández y su Fuerza del Pueblo no tienen posición definida al respecto. Inclusive este miércoles sus senadores no acudieron a la sesión de su hemiciclo.
Ese es el nuevo rumbo del “seriesísimo” Luis Abinader, actitud que revela una doble moral para muchos.
De igual manera, se menciona el caso de Neney Cabrera, ministro y director general de Proyectos Estratégicos Especiales de la Presidencia, que tiene un expediente en el Ministerio Público por compra irregulares de pintura para ser usada en el programa “Pinta tu barrio”, acto sobre el cual tomó acción adicionalmente la Dirección General de Contrataciones Públicas.
Todo, sin embargo, parece haber caído en un punto muerto, porque ni el Ministerio Público ni la Dirección de Contrataciones, bajo el mando de Carlos Pimentel, se refieren al tema. Mucho menos lo hace el jefe de Estado. Contrariamente se le ha visto junto al funcionario, últimamente, en varias oportunidades.
¿Qué está pasando con ese funcionario? Neney Cabrera apoyó a Luis Abinader faltando tres semanas para el proceso, pero se dice que hizo un aporte millonario, convirtiéndose en un candidato potencial para ocupar un cargo de relevancia en el “gobierno del cambio”. Como Neney hubo otros tantos que se cantearon previo al torneo y todos salieron premiados, a pesar de que algunos la población nunca los conoció en política.
Para colmo Neney Cabrera tiene otro caso en la justicia dominicana, donde se le acusa de estafar a dos hermanos de padre, los cuales quedaron sin herencia económica al fallecer el progenitor común, debido a operaciones irregulares cometidas por el funcionario en las empresas de la familia. Se trata de un mayúsculo triángulo mediante el cual se quebraban empresas para capitalizar otras que operan tanto aquí como en países que son paraísos fiscales. El doctor Carlos Salcedo, reputado abogado, expuso el caso en los medios de comunicación social.
La población está sorprendida por la sospechosa protección que ha brindado el jefe de Estado a este funcionario, la cual algunos atribuyen a que Luis Rodolfo Abinader Corona también tiene el 70% de sus inversiones en paraísos fiscales.
Abinader también tiene una hermana de padre en Santiago, algo normal en nuestro país y en todo el mundo, pero esa joven no tuvo el privilegio de heredar fortuna económica. Para neutralizar a la señora Romina Catherine León Santos, madre de la hermana del presidente, se usa al Estado. Luis Abinader la designó cónsul general en Valencia, España. ¿Ese es el pago? El caso amerita ser investigado detenidamente, pues posiblemente ese sería otro elemento causal de la permanencia en palacio de Neney Cabrera.