Por disposición de las autoridades haitianas, especialmente el alcalde del pueblo haitiano de Ansa a Pitres, Harry Bruno, adopto la medida para impedir que sus munícipes crucen al lado dominicano hacer comercio a la provincia Pedernales, que se realiza lunes y viernes de cada semana.
Esta medida considerada una represalia se produce a raíz de la inauguración de una plaza comercial del vecino país a la que los dominicanos no asistieron al comercio.
De acuerdo a la información suministrada por Fernando Feliz, la frontera del lado dominicano también esta militarizada para proteger la seguridad del país.
Miembros efectivos del Cesfront y el ejército están apostados en la línea divisora.