Un estudio de laboratorio publicado en la revista Science plantea la posibilidad de desarrollar «órganos universales» para realizar trasplantes entre personas que tienen tipos de sangre no compatibles, lo que reduciría el tiempo de espera para las personas con tipos de sangre 0 ó B.
El laboratorio canadiense «Latner Thoracic Surgery Research» y el Centro de trasplantes «UHN’s Ajmera Transplant» han «demostrado que es posible convertir el tipo de sangre de forma segura en órganos de donantes destinados a trasplante», y conseguir así «órganos universales», asegura un comunicado de Science difundido hoy.
Los investigadores lograron crear órganos tipo 0, el tipo de sangre que caracteriza a los conocidos como donantes universales, ya que pueden donar a todos los grupos, aunque solo pueden recibir sangre u órganos de otra persona que comparte su mismo tipo de sangre.
«Este hallazgo es un paso importante hacia la creación de órganos tipo 0 universales, lo que mejoraría significativamente la equidad en la asignación de órganos y disminuiría la mortalidad de los pacientes en lista de espera», dice la revista.
Como ejemplo cita que para un trasplante de riñón, las personas 0 ó B, están en la lista de espera una media de cuatro o cinco años, mientras que las personas de tipo A y AB, suelen esperar por un nuevo órgano entre dos y tres años.
«Esto se traduce en mortalidad. Los pacientes que son tipo 0 y necesitan un trasplante de pulmón tienen un 20 % más de riesgo de morir mientras esperan que un órgano compatible esté disponible», aseguró el doctor Aizhou Wang, uno de los autores del estudio.
Por su parte, Marel Cypel, director de cirugía en el «Ajmera Transplant Centre», afirmó: «Tener órganos universales significa que podemos eliminar la barrera de la sangre compatible y priorizar a los pacientes por urgencia médica, salvando más vidas y desperdiciando menos órganos».
El estudio consistió en tratar pulmones de tipo A, que no eran aptos para ser trasplantados, con un grupo de enzimas para limpiar los antígenos en la superficie del órgano. Después, hicieron pruebas añadiéndoles sangre del tipo 0, para simular la reacción en caso de que la persona receptora fuera del tipo 0.
«Los resultados demostraron que los pulmones tratados fueron bien tolerados, mientras que los no tratados mostraron signos de rechazo», sostiene el comunicado.
El siguiente paso de los investigadores será proponer un ensayo clínico entre los próximos 12 y 18 meses.