Las estadísticas muestran que los asientos del medio en la parte trasera de un avión históricamente tienen las tasas de supervivencia más altas.
Esto se basa en un estudio de accidentes de aeronaves en los últimos 35 años. TIME revisó la base de datos de accidentes de aeronaves CSRTG de la Administración Federal de Aviación en busca de accidentes con víctimas mortales y supervivientes. Encontramos 17 con planos de asientos que se podían analizar. El accidente más antiguo que se ajusta a nuestros criterios fue en 1985; el más reciente fue en 2000.
El análisis encontró que los asientos en el tercio trasero de la aeronave tenían una tasa de mortalidad del 32 %, en comparación con el 39 % en el tercio medio y el 38 % en el tercio delantero.
En cuanto a la posición de la fila, descubrimos que los asientos del medio en la parte trasera de la aeronave tenían los mejores resultados (tasa de mortalidad del 28 %). Los asientos con peor desempeño estaban en el pasillo en el tercio medio de la cabina (tasa de mortalidad del 44%).
Después de un accidente, los sobrevivientes que están cerca de una salida tienen más probabilidades de salir con vida, según un estudio publicado en 2008 por la Universidad de Greenwich que analizó el uso de salidas de emergencia después de un accidente.
Por supuesto, las posibilidades de morir en un accidente de avión tienen menos que ver con el lugar donde te sientas y más con las circunstancias que rodearon el accidente. Si la cola de la aeronave se lleva la peor parte del impacto, los pasajeros del medio o del frente pueden salir mejor parados que los de la parte trasera. Descubrimos que la supervivencia fue aleatoria en varios accidentes: los que fallecieron se dispersaron irregularmente entre los sobrevivientes. Es por esta razón que la FAA y otros expertos en seguridad de las aerolíneas dicen que no existe el asiento más seguro en el avión.
Pero una cosa es cierta: volar es muy seguro y se ha vuelto más seguro en las últimas décadas. Esto es especialmente cierto en comparación con otros medios de transporte. Las probabilidades de morir en un automóvil durante toda la vida son de 1 en 112. Como peatón, las probabilidades son de 1 en 700 y en una motocicleta, son de 1 en 900. ¿Pero en un avión? Las probabilidades de morir se reducen a solo 1 en 8,000.
