Un equipo de investigadores chinos ha descubierto la muestra de esperma animal más antigua conocida hasta el momento, datada de hace unos 100 millones de años, según un estudio publicado esta semana en la revista Proceedings of the Royal Society B.
La muestra fue hallada en una pieza de ámbar que contenía 39 ejemplares de unos pequeños crustáceos llamados ostrácodos, los artrópodos fósiles más abundantes. Algunos de ellos quedaron atrapados en la resina en el momento del apareamiento, por lo que sus órganos reproductores quedaron expuestos.
Normalmente, solo se encuentran los caparazones calcificados de los ostrácodos fósiles, y es extremadamente raro hallar sus partes blandas, por lo que este descubrimiento pueden proporcionar información invaluable sobre su evolución, señala en un comunicado la Academia de Ciencias China.
El tamaño del material genético
Usando microtomografía computarizada de rayos X, los investigadores reconstruyeron imágenes tridimensionales de las partes blandas de un macho y una hembra. El ámbar los preservó en ten buen estado, que permitió incluso a los autores del estudio encontrar «espermatozoides gigantes» en los órganos reproductores de la hembra.
«Esta es la primera vez que se encuentran espermatozoides gigantes de ostrácodos en fósiles» de esos artrópodos del periodo Cretácico, destaca el documento. La longitud del material genético «era al menos un tercio de la extensión del cuerpo del ostrácodo», agrega.
Los responsables de la investigación determinaron que los ostrácodos contemporáneos se aparean de la misma manera que sus antepasados, lo que significa que el comportamiento reproductivo y las características morfológicas de sus órganos no han cambiado durante al menos 100 millones de años.