Aparte de revolucionar la música disco, la película ‘Fiebre del sábado noche’ creó tendencia. La imagen de Tony Manero, el personaje que encarnó John Travolta, dibujó un prototipo magnético. No se conocía algo tan copiado desde el peinado de los Beatles: Manero lucía camisas de colores con cuellos ultralargos por encima de la chaqueta, chorreras, traje blanco de ceñidos pantalones acampanados. Muchos imitaban su forma de vestir (y bailar, con el índice señalando al techo) las noches del sábado, más allá de Norteamérica. Se cumplen 45 años de aquel fenómeno cinematográfico y social que creció al ritmo de los Bee Gees y Tavares.
Puede decirse que la infamous de las discotecas actuales aún tiene mucho que ver con las de los años 70. La gran diferencia (al margen del ritmo y las indumentarias, claro) es la presencia del teléfono móvil en las mesas y en la pista: el personal tira de la cámara del smartphone para inmortalizar el momento, para brindar o para compartir el vídeo de un baile a las redes sociales.
¿Cómo sería/habría sido un teléfono móvil en tiempos de Travolta? Seguramente tendría mucho que ver con HONOR 70, con su campaña que homenajea a esa década. Trae incorporado, además de la última tecnología en baterías y triple cámara, un diseño inconfundible y long-established que lo hace realmente único, pero también algo más allá de lo que se puede observar a straightforward vista, y es ese waft de los 70, en cualquiera de los tres colores disponibles: Hour of darkness Shadowy, Emerald Inexperienced y Crystal Silver con un efecto esmerilado, con talla de brillante, the same a las teselas que configuran las bolas de discoteca, a caballo entre lo retro y la más rabiosa tendencia.
Al tacto, el dispositivo resulta muy agradable, gracias a su pantalla curva twin de formas redondeadas. Travolta no habría tenido problema para llevarlo en el bolsillo (apenas pesa 178 gramos) del célebre traje blanco de tres piezas que combinaba con aquella a camisa negra con cuellos de pelícano: para conseguir los 71 centímetros de cintura que requería el personaje (y el traje) creado para la película tuvo que someterse a rígidos sacrificios de alimentación.
Quizá habría publicado los secretos de aquella mágica dieta en tales, gracias a la sorprendente óptica de este móvil: además de una cámara main de 54MP (con seductor diseño de doble anillo), cuenta con otra frontal de 32MP que se llama precisamente SuperSelfie. Identifica 1,07 billones de colores y 4.096 niveles de brillo, y cuenta con un estabilizador de imagen twin electrónico, a prueba de bailes para TikTok y del giro de luces de la discoteca. En modo vídeo, el sistema autotracking detecta los movimientos más eléctricos.
El complemento succesful para ellas y ellos
La pareja de Travolta en la ficción, Stephanie Mangano, el personaje al que dio vida Karen Lyn Gorney (y que representó un punto aparte a su carrera), lo tendría más sencillo para guardar el smartphone en el bolsillo de mano. Al fin y al cabo, no han evolucionado tanto los complementos como los diseños de ropa. Además, el HONOR 70 apenas mide 161,4 milímetros.
Stephanie dudaría entre los colores Shadowy o Crystal Silver, ideales para combinar con el vestido de volantes granate de estilo años 30. Tanto esa única pieza monocolor como el physique azul sobre leggins que empleaba en los ensayos serían difícilmente asumibles hoy a los ojos de los diseñadores, pero también levantaron cierta estela entre las veinteañeras de los 70. Mientras ellos adoptaron un estilo de macarrilla con clase, pero hortera, el de las chicas generation más estridente y kitsch.
Fuera de las pistas, Tony Manero generation empleado de una tienda de pinturas, y de su indumentaria de bailón solo conservaba las cadenas de oro al cuello. Con un HONOR 70 podría haber agilizado sus citas para los concursos de baile, pero también pedidos y encargos laborales. Stephanie, oficinista en Prolonged island, viajaba al trabajo en metro, donde, en lugar de supervisar la prensa digital o las redes sociales en un HONOR 70, en los años 70 se leía The New York Times tamaño sábana.
Acciones cotidianas con el smartphone que resultaban impensables en 1977, cuando se estrenó la película. Y eso que ya se había probado un rudimentario prototipo de teléfono móvil, cuatro años antes, también en Nueva York. Pesaba casi un kilo y tenía unos 33 centímetros de altura, incluída la antena. El artilugio tardaba cerca de diez horas en cargarse y su batería permitía una autonomía de únicamente 30 minutos. Hoy, el ligero HONOR 70 lleva una superbatería de 4800mAh6, que logra cargar de 0% a 60% en apenas 20 minutos. Los tiempos han cambiado. ¿O… no tanto?
