El Reino Unido afronta esta semana una segunda ola de calor, con temperaturas más bajas que las registradas en la primera de julio, cuando el termómetro tocó 40 grados, pero se espera que esta vez se prolongue por un «largo periodo» de tiempo, indicó este lunes la Oficina de Meteorología (Met, en inglés).
Se estima que las temperaturas lleguen a 35 grados centígrados este viernes y sábado, mientras que se ha recomendado a la población que evite hacer barbacoas debido a que los pastos están muy secos por la ausencia de lluvias, una situación que dura ya más de un mes.
En la primera ola de calor a principios de julio, el Reino Unido registró temperaturas no vistas y por primera vez el país se vio obligado a declarar la alerta roja, por el impacto que el calor pudiera tener en personas vulnerables, como niños y ancianos, y en algunas infraestructuras, como las líneas ferroviarias.
El responsable del servicio de rescate de Essex (sureste de Inglaterra), Neil Fenwick, dijo hoy que, si bien el verano aporta la «oportunidad perfecta» para hacer una barbacoa, «desaconsejamos enérgicamente a la gente a que haga cualquier tipo de fuego en este momento. El suelo en Essex está extremadamente seco, lo que hace que los incendios se extiendan fácil y rápidamente».
Esta segunda ola de calor afectará especialmente a Inglaterra y Gales, de acuerdo con la Met.
«Habrá mucho sol para la mayoría (de la gente) en el Reino Unido y las temperaturas están subiendo todos los días. No todos verán en un principio las condiciones soleadas, pero hacia el final de la semana, incluso Escocia e Irlanda del Norte se unirán al resto del Reino Unido en tener condiciones soleadas y muy calurosas», señaló Tom Morgan, experto en meteorología de la Met.