El primer ministro haitiano, Ariel Henry, sigue fuera del país este lunes en medio de la escalada de la tensión, después de acudir hace una semana en Guyana a la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom) y luego viajar a Kenia, donde trató la misión multinacional de apoyo a la seguridad que espera el país caribeño.
Del paradero de Henry no se sabe nada, aunque algunas versiones apuntan a que el sábado abandonó ya Kenia.
En estos momentos, en ausencia de Henry, actúa como primer ministro interino de Haití Patrick Michel Boivert y, de hecho, el domingo era su firma la que aparecía al informar de la imposición en el departamento del Oeste, donde está Puerto Príncipe, del estado de urgencia y el toque de queda por 72 horas prorrogables.
Esta decisión se tomó, según el Gobierno haitiano, debido a la «degradación de la seguridad» y los ataques del sábado en dos cárceles a manos de las bandas armadas, La Capitale y Croix des Bouquets, las mayores del país, de las que habrían huido unos 3.600 reos.
En su texto, el Ejecutivo se refería a los ataques contra esos penales, «causantes de muertos y heridos en las filas de la Policía y del personal penitenciario, la fuga de peligrosos prisioneros y actos de vandalismo de esos lugares», unas acciones que «ponen en peligro la seguridad nacional».
En su momento, en Guyana, según informó el primer ministro de Bahamas, Phillip Davis, Ariel Henry se habría comprometido a celebrar elecciones antes del 31 de agosto de 2025.
Precisamente, tras el anuncio de las elecciones, el jueves pasado se incrementaron los ataques de las poderosas bandas armadas en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, que aseguran, seguirán con sus acciones hasta que Henry abandone el poder.
También el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, indicó que Henry estaba dispuesto a compartir el poder con la oposición para lograr una solución a la crisis.
Posteriormente en Nairobi, Kenia y Haití firmaron un acuerdo solicitado por los tribunales del país africano para permitir el despliegue de un contingente de 1.000 policías kenianos a la nación caribeña, dentro de la misión multinacional.