El papa Francisco lamentó este domingo que muchos cristianos son aún discriminados y perseguidos en distintas partes del planeta a causa de su fe, e instó de nuevo al fin de las guerras en todo el mundo.
«Hoy se recuerda a los protomártires romanos, y también nosotros vivimos en un tiempo de martirio, aún más que en los primeros siglos» del cristianismo, dijo el pontífice.
«En tantas partes del mundo, tantos de nuestros hermanos y hermanas sufren discriminación y persecución a causa de la fe», agregó Francisco, tras el rezo dominical del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico. Desde ahí saludó también a los fieles que se congregaban en la plaza, entre ellos peregrinos procedentes de Polonia, California (Estados Unidos) o Costa Rica.
Como hace cada semana, el papa pidió que se acaben los conflictos bélicos vigentes a nivel mundial y apeló a la búsqueda de la paz.
«En este último día de junio, imploramos al sagrado corazón de Jesús de tocar el corazón de aquellos que quieren la guerra para que se pasen a proyectos de diálogo y de paz», agregó Francisco.
De nuevo, mencionó varios países afectados por los conflictos armados: «No olvidemos a la martirizada Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar, y tantos otros lugares que sufren tanto a causa de la guerra».