El Departamento de Justicia de Estados Unidos pidió a un juez federal que declare al ex presidente Donald Trump en desacato por no cumplir con la orden de entregar los documentos clasificados que tenía en su posesión, informó CNN.
Según las fuentes del periódico ‘The Washington Post’, el Departamento de Justicia habría pedido que fuese el equipo legal de Trump el que fuese declarado en desacato.
Esta medida se produce después de que el miércoles un equipo contratado por los abogados del ex mandatario informó que habían encontrado dos nuevos documentos en una unidad de almacenamiento en West Palm Beach, Florida, tras realizar búsquedas en cuatro lugares.
El descubrimiento en el sureste de Florida, es resultado de una serie de búsquedas desarrolladas en cuatro lugares a raíz de la orden de un juez federal, ante la sospecha de que habrían más documentos clasificados en manos del ex presidente que no han sido devueltos al Gobierno, según señala el diario The New York Times.
Las búsquedas se hicieron cerca de los festivos del Día de Acción de Gracias en la Trump Tower de Nueva York, el club de golf del ex presidente en Bedminster, un almacén en Mar-a-Lago, la propiedad del ex mandatario en Palm Beach, así como en el depósito de West Palm Beach, que es gestionado por la federal Administración de Servicios Generales.
Steven Cheung, un portavoz de Trump, señaló que el ex presidente y sus abogados “siguen siendo cooperativos y transparentes”.
De acuerdo con CNN, las búsquedas se hicieron bajo la supervisión del equipo legal de Trump, el cual incluso ofreció a los abogados del Gobierno observar las pesquisas en la propiedad de Bedminster, oferta que fue rechazada.
Según la cadena de noticias, en respuesta a una solicitud hecha por el Departamento de Justicia durante una audiencia judicial los abogados de Trump evalúan permitir que los agentes federales registren de nuevo Mar-a-Lago para determinar si es que se han devuelto todos los documentos confidenciales del gobierno.
El Departamento de Justicia investiga el manejo de miles de documentos oficiales, incluidos unos 300 clasificados, que fueron retirados de la Casa Blanca al término del mandato de Trump en enero de 2021 y luego hallados por agentes del FBI en agosto pasado durante un registro en Mar-a-Lago.
El Gobierno evalúa si por ello el ex presidente incurrió en el delito de obstrucción.
El principal escollo en las relaciones entre el Departamento de Justicia y el equipo legal de Trump ha sido la reiterada negativa de este último de confirmar que todos los registros clasificados habían sido devueltos al Gobierno.
Desde principios de este año, el equipo del ex mandatario ha entregado cajas y sobres con registros federales. En verano, los investigadores entraron en su mansión de Mar-a-Lago, donde confiscaron varias decenas de cajas más, con más de 100 documentos marcados como clasificados.