Expertos en salud mental abogaron ayer por el involucramiento del Ministerio de Educación y las universidades del país en programas que se desarrollan para prevenir el consumo de alcohol entre mujeres durante el embarazo.
En un congreso organizado por el Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública con ocasión de la conmemoración ayer del Día Mundial para la Prevención del Síndrome de Alcoholismo Fetal (SAF), advirtieron que las bebidas alcohólicas resultan nocivas para el bebé en cualquier etapa del embarazo y sin importar la cantidad que se consuma.
Llamaron a romper con los mitos de que una copa de vino no hace daño y de que la cerveza contribuye a que el bebé nazca limpio, ya que por el contrario podría provocar daños neurológicos irreversibles en la criatura.
El SAF es un trastorno del desarrollo que afecta a los hijos de madres que abusan del consumo de alcohol durante el embarazo o antes de la gestación, con consecuencias físicas, intelectuales y de conducta para el recién nacido.
“Todos tenemos el compromiso de controlar los efectos perversos que causa el consumo de alcohol en las embarazadas”, dijo el director de Salud Mental, Alejandro Uribe, en las palabras de bienvenida del congreso realizado en el hotel Catalonia de la capital.
Durante la actividad se divulgó un estudio del año 2018, el cual reveló que de 789 embarazadas atendidas en la Maternidad San Lorenzo de Los Mina, 185 confirmaron que consumieron bebidas alcohólicas en algún momento.
De esa cantidad, 31 persistieron en el consumo pese a informarles de los riegos que conllevaba para sus bebés. Dieciocho de esas 31 embarazadas eran adolescentes y 16 consumieron también drogas narcóticas durante la gestación.
No hay datos del 2019 en esa maternidad, según expuso el pediatra Cristián Mateo, debido a que el hospital durante ese año funcionó exclusivamente como un centro Covid.
Sin embargo, desde que el hospital retomó sus atenciones habituales a embarazadas hasta la fecha, 497 han sido atendidas por consumo de alcohol durante la gestación. En el San Lorenzo de Los Mina ya funciona una Sala del Espectro Alcohólico Fetal, lo que se pretende llevar a todas las maternidades del país.
Hasta en Baby Shower
Heydy Camilo, vicepresidenta del Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi) y quien expuso en el congreso sobre la importancia del diagnóstico temprano del SAF, lamentó que en la mayoría de las actividades sociales el consumo de alcohol esté presente, incluso en los llamados “Baby Shower”, con el brindis de la bebida llamada “mimosa”.
La psicóloga abogó para que en el currículo del Ministerio de Educación se incluyan programas de prevención de embarazos en adolescentes, violencia intrafamiliar, consumo de alcohol durante la gestación y otros males sociales.
Mientras Luz Fermín, expositora en representación del Servicio Nacional de Salud (SNS), recordó que República Dominicana es el tercer país con más embarazos en adolescentes y el séptimo en consumo de alcohol de Latinoamérica.
En su ponencia sobre las repercusiones del SAF, llamó también a incluir esas dos problemáticas en el currículo del Ministerio de Educación. “No hay ningún momento durante el embarazo en el que se pueda tomar alcohol sin riesgos”, añadió la gineco-obstetra.
Lamentó que la Ley 139-03 sobre Prevención y Lucha Contra el Consumo Excesivo de Bebidas Alcohólicas no se aplique, porque prohíbe vender bebidas alcohólicas a menores de edad, algo que no se cumple.
El embarazo es un riesgo
El experto en adicciones y psiquiatra, Rafael Johnson, advirtió que el embarazo es un tiempo de vulnerabilidad para la mujer y un generador de enfermedades mentales.
“La exposición prenatal al alcohol es una de las principales causas de discapacidad intelectual”, dijo Johnson, quien estimó que hasta 18 años de vida saludable podría perder una madre embazada consumidora de alcohol.
El profesional de la conducta exhortó también a usar con cautela psicofármacos para tratar diversas condiciones mentales en embazadas, aunque reconoció que los psiquiatras dominicanos son conscientes al momento de prescribirlos.
Citó que incluso problemas de aprendizaje en niños podrían estar asociados al consumo de alcohol de las madres durante el embarazo. “Nos encontramos en el subsuelo en el manejo de esta problemática”, añadió.
Covid potenciador
Entretanto, Dianne Bisonó, presidenta de la Fundación Fénix, indicó que la pandemia del Covid-19 ha sido un acelerador de las adicciones y de diversos trastornos psicoemocionales.
Entre las estrategias que utiliza la fundación para tratar a embarazadas consumidoras de alcohol, mencionó integrarlas a grupos de autoayuda, participación de familiares en el proceso terapéutico, diseño de un plan de vida post recuperación y un plan de prevención de recaídas.
“Las adicciones son poderosas y desconcertantes”, manifestó Bisonó, quien exhortó a tratarlas como una enfermedad y no como una deficiencia moral o personal de quienes las padecen.
Cerebro.
La decana de Ciencias Sociales y Humanidades del Intec, Dalull Ordehi González, planteó en el congreso que “los seres humanos somos lo que pasa en nuestro cerebro”.
Recordó que en el primer trimestre del embarazo hay un mayor impacto en el proceso de desarrollo del neonato y es el tiempo en que pueden surgir las discapacidades. “Como se trata de un síndrome, lo que sucede permanecerá por el resto de la vida del ser humano”, advirtió.