El Congreso es una parte integral de toda democracia en el mundo, y en República Dominicana, desde hace casi 22 años ha sido controlado por una sola organización política.
Y a juzgar por los resultados electorales de la noche del domingo, continuará así por 26 años.
Esta facilidad de controlar de manera mayoritaria las cámaras Alta y Baja inició en las elecciones parlamentarias del año 1998, ganadas abrumadoramente por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), a pesar de haber perdido los comicios presidenciales dos años atrás contra el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Para el relevo de los escaños del Congreso, el PRD controlaba 24 de las 30 senadurías disponibles, con el PLD y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) con los demás puestos.
En cuanto a los diputados, logró más de la mitad de las sillas disponibles con 83, seguido por 43 del PLD y los 17 restantes fueron del PRSC.
Cuatro años después y el dominio en el Senado del PRD creció, en esta ocasión obteniendo 29 asientos, aunque perdió poder en la cámara baja, al ganar 73 sillas de las 150 disponibles en el hemiciclo.
Esos comicios le permitieron al PRD, que había ganado las elecciones presidenciales en el año 2000, controlar el Congreso Nacional hasta el año 2006.
Los perredeístas perdieron las elecciones presidenciales del año 2004 cuando llevaron como candidato presidencial a Hipólito Mejía, entonces presidente del país que buscaba la reelección en el cargo.
Esos comicios presidenciales los ganó el PLD.
Hegemonía morada
A partir de las elecciones del año 2006, durante la segunda presidencia de Leonel Fernández, el PLD inició un período de dominancia política casi absoluta en República Dominicana, con un triunfo en las municipales y congresionales de ese año que les permitió tener todo el poder político en sus manos.
Ahí comenzaron 14 años seguidos de control en el Congreso Nacional.
Ese año el PLD obtuvo el 52.4% de los votos, lo que se tradujo en 22 senadurías y 96 diputaciones, más del triple y doble, respectivamente, de lo que lograron los partidos de oposición.
Lo interesante de esos comicios es que el PLD venció a la llamada “Alianza Rosada”, formada por el PRD y el Partido Reformista Social Cristiano.
Para el próximo cuatrienio, esas cifras aumentaron hasta lograr conseguir 31 de las 32 plazas de la Cámara Alta, acompañado de un total de 105 diputados, para controlar el 63 por ciento de los asientos del Congreso Nacional. Lo nunca visto en la historia política del país.
Para los comicios del año 2016, el PLD volvió a triunfar en las urnas. Lo hizo con Danilo Medina como candidato presidencial, con un histórico 61% de los votos, y obteniendo 28 senadores de las 32 plazas disponibles.
Los morados perdieron el control de la Cámara de Diputados al dividirse su partido y al crearse Fuerza del Pueblo, del expresidente Leonel Fernández.
Esa división política también les llevó a caer en los comicios municipales del pasado mes de marzo.
El PLD terminó con 67 alcaldías, cuando en las elecciones del año 2016 obtuvo 107. Y su principal competidor, el PRM, ganó 80 posiciones municipales, cuando solo tenía 3 que había ganado cuatro años antes.