Los cielos se oscurecieron a pleno día mientras un eclipse total de Sol recorría Norteamérica el lunes, dejando asombrados a quienes tuvieron la fortuna de presenciar el espectáculo cósmico con cielos despejados.
La eclipsemanía se extendió por México, Estados Unidos y Canadá mientras la Luna se colocaba por completo entre la Tierra y el Sol, bloqueando el paso de la luz. Prácticamente todos los habitantes de Norteamérica tuvieron garantizada al menos una vista parcial del eclipse, con la cooperación del clima.
Fue el eclipse más visto en el continente en la historia. Alrededor de 200 millones de personas viven sobre su trayectoria o cerca de ella, sin contar a las multitudes que se desplazaron para tener una mejor vista.
Las nubes cubrieron buena parte de Texas a medida que el eclipse total de Sol comenzaba su trayecto en diagonal sobre tierra, empezando en las costas del Pacífico mexicano, las cuales estuvieron prácticamente despejadas, y avanzando por Texas y otros 14 estados de Estados Unidos, antes de salir por el Atlántico norte cerca de Labrador, Canadá.
A poca distancia al este de Dallas, cientos de personas se reunieron en la zona del centro de Mesquite y aplaudieron y silbaron mientras las nubes se abrían pocos minutos antes de que el eclipse alcanzara su fase de totalidad. A medida que el Sol finalmente quedaba cubierto, la ovación se hizo más fuerte, y los presentes se retiraron sus gafas protectoras para presenciar la vista inolvidable de la corona del Sol, y a Venus resplandeciente en medio de la oscuridad.
Funcionarios locales les recordaron a todos que el último eclipse total de Sol que pasó por la región fue en la década de 1870, lo que hizo que este fuera todavía más especial. La música — con temática de eclipse — se silenció a medida que se aproximaba el gran momento.
“Por Dios, es tan oscuro”, dijo maravillada Aiyana Brown, una niña de 14 años que vio el eclipse junto a su abuelo, el alcalde de Mesquite Daniel Aleman Jr. “Me encanta la ciencia y esto es increíble”.