La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó ayer el intento del presidente Donald Trump de poner fin a las protecciones legales de 650.000 jóvenes inmigrantes, el segundo fallo adverso al mandatario emitido por el máximo tribunal en una semana en temporada electoral.
Los inmigrantes beneficiarios del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés) continuarán amparados de la deportación y conservarán sus permisos para trabajar en Estados Unidos, casi con la certeza de estar a salvo cuando menos hasta las elecciones de noviembre próximo, dijeron expertos en inmigración.
Casi con seguridad, la votación de 5-4 –en la que el ministro presidente de la Corte Suprema, John Roberts, y los cuatro ministros liberales constituyeron la mayoría– será aprovechada por el equipo de campaña de Trump, dado el discurso antiinmigrante que utilizó cuando buscaba la presidencia en 2016 y las restricciones migratorias que su gobierno impuso desde entonces.
Los ministros dijeron que el gobierno no siguió el proceso adecuado para poner fin al DACA, y rechazaron los argumentos de que el programa es ilegal y de que las cortes no tienen potestad para revisar la decisión de concluirlo. El DACA ampara a las personas que han vivido desde niños en Estados Unidos y se encuentran en el país ilegalmente. En algunos casos, estas personas sólo conocen a Estados Unidos como su país.
Trump no contuvo su reacción sobre la corte y emitió una severa crítica con aristas políticas.
“Estas decisiones horribles y políticamente cargadas que emanan de la Corte Suprema son escopetazos a la cara de quienes se enorgullecen de llamarse republicanos o conservadores. Necesitamos más ministros o terminaremos perdiendo nuestra 2da enmienda y todo lo demás. ¡Voten por Trump en 2020!, escribió el mandatario en Twitter, al parecer en una postura que abarcó el otro fallo reciente de la Corte Suprema y que atañe a la comunidad LGBT.
En un segundo tuit, Trump escribió: “¿Tienen la impresión de que no le agrado a la Corte Suprema?”
Después, el mandatario dijo que la decisión muestra la necesidad de que otros ministros conservadores se integren en el máximo tribunal, además de los dos que ya ha nominado — Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh_, y se comprometió a anunciar una nueva lista de la que él escogerá a uno si se abre una vacante durante su gobierno. Los dos ministros que propuso discreparon con la decisión del jueves, aunque Gorsuch escribió el fallo sobre los derechos LGBT.
El contrincante presidencial demócrata Joe Biden se comprometió a enviar al Congreso una iniciativa en su primer día como mandatario para hacer permanentes las protecciones del DACA.
Roberts, con quien Trump ha tenido roces, escribió por la corte que el gobierno no buscó poner fin al programa de manera adecuada.
“Nosotros no decidimos si el DACA o su rescisión son políticas sólidas”, escribió Roberts. “Sólo abordamos si la agencia cumplía con el requisito procesal de proporcionar una explicación razonada de su acción. Aquí, la agencia no tuvo en cuenta los problemas conspicuos de si se debe mantener la indulgencia y qué hacer, si hay algo que hacer, sobre las dificultades de los beneficiarios de DACA”.
El Departamento de Seguridad Nacional puede intentarlo nuevamente, escribió el juez. Pero cualquier nuevo decreto para poner fin al programa y las impugnaciones judiciales subsiguientes podrían tardar meses, si no es que más tiempo.
“No hay manera de que esto suceda antes de noviembre”, dijo Stephen Yale-Loehr, profesor de práctica de leyes de inmigración en la Escuela de Derecho de la Universidad Cornell.
Los cuatro jueces conservadores de la corte discreparon. El ministro Clarence Thomas, respaldado por los jueces Samuel Alito y Neil Gorsuch, escribió que el DACA era ilegal desde el momento en que se creó durante el gobierno de Barack Obama en 2012. Thomas describió el fallo como “un intento de evitar una decisión políticamente controvertida pero legalmente correcta”.