El próximo 1 de octubre entrará en vigor la nueva regulación china para el mercado de cigarrillos electrónicos, que incluye la prohibición de la venta de sabores diferentes al del tabaco, recoge hoy el portal Litchi News.
La normativa también obliga a la inclusión de una advertencia en los dispositivos de tabaco electrónico que reza: «Fumar cigarrillos electrónicos es perjudicial para la salud y no se deben consumir en lugares donde esté prohibido fumar».
Además, dichos aparatos deberán contar con un bloqueo para evitar su uso por parte de niños y un seguro que imposibilite su activación accidental.
Según expertos locales, la legislación quiere acabar con la «atracción» que los cigarrillos electrónicos con sabores afrutados suponen para los menores de edad, a los que «induce» a fumar.
Asimismo, las autoridades tabaqueras tienen como propósito “regular el mercado de cigarrillos electrónicos”, “proteger la salud y los derechos de las personas” y “estandarizar la gobernanza” de la industria del tabaco electrónico.
El volumen de ventas de los cigarrillos electrónicos en China creció entre 2017 y 2021 un 37,9 % y, según un estudio publicado en enero por la consultora local Iimedia Research, se esperaba que llegase en 2025 a los 88.500 millones de yuanes (13.925 millones de dólares, 12.768 millones de euros), dando empleo de forma directa o indirecta a unos 5,5 millones de personas.
Según investigadores de la Academia China de Ciencias Médicas, el número de muertes por cánceres relacionados con el tabaquismo aumentará en el país un 50 % durante los próximos 20 años hasta los 8,6 millones.
China, el mayor consumidor de tabaco del mundo, se ha fijado como objetivo reducir la proporción de fumadores entre la población del 26,6 % actual hasta un 20 % antes de 2030.
Según las autoridades sanitarias del gigante asiático, aproximadamente la mitad de los hombres y el 2 % de las mujeres fuman en el país, y el total de fumadores asciende a más de 300 millones.