La cantante y actriz dominicana Charytín Goyco, siempre sonriente y sin dejar de ser un torbellino a sus 73 años, publicó este martes su autobiografía en la que devela que tras esa alegría hubo dolorosos recuerdos, como la violencia familiar con la que creció y otros temas de los que habla por primera vez.
«Entretener y hacer reír fue mi mejor manera de ocultar las penas», dice la «Rubia de América», que presentó este martes «El tiempo pasa… ¡Pero yo no!», (Harpers Colins), en la librería Barnes and Noble de la Quinta Avenida en Nueva York, donde sus seguidores esperaron con paciencia para obtener la firma de la artista.
Tan pronto llegó al lugar, y con la simpatía que la caracteriza, la artista, que siempre luce impecable, y que vestía un conjunto de pantalón y chaqueta negra, zapatos de igual color y blusa blanca de encaje, fue al encuentro de sus fans que hacían cola y les agradeció por estar ahí.
Zaika Beltrán, que pidió la tarde libre en su trabajo para poder estar allí, dice que ha seguido a la artista desde que tenía cinco años porque su madre es su fan y ha mantenido comunicación con ella. No pudo contener las lágrimas cuando descubrió que su nombre aparece en el libro en el capítulo de agradecimientos.
También Carmen Abreu, quien recordó que conoce a la autora desde que ésta tenía unos once años, destacó cómo se divertían en grupo y que nunca discriminó porque fuera «hija de una empleada».
En entrevista con Efe, Charytín señaló que cuando la editorial le propuso hace seis años contar su historia, en momentos en que su esposo estaba enfermo, lo rechazó.
«Lo único que la gente sabía de mí era que tenía un esposo (el productor de televisión Elín Ortiz, 1934-2016) y tres hijos, y no hablaba (de su vida) no por hermetismo sino porque no lo consideraba importante», comentó.
Sin embargo, ante la insistencia de su hija Sharinna, aceptó la propuesta para contar la vida de María del Rosario Goico Rodríguez (su verdadero nombre) «porque la de Charyin está en Wikipedia», y lo hizo durante la pandemia, en la soledad de su hogar «intentando recordar lo que la memoria quería olvidar».
El prólogo es de su amiga, la cantante Gloria Estefan, que la describe como un «huracán de energía, alegría y talento».
«No sé el tiempo que me queda y no quiero arrepentirme» de no haber dado este paso, afirma la artista, recordada además por su personaje de «la mosquita muerta» en la sección de comedia que tuvo su popular programa de televisión.
UN PADRE MUY DURO
Charytín, que en 2021 comenzó como jurado de la competencia de canto «Tu cara me suena» de la cadena Univisión, inicia su libro cuando tenía ocho años y viajaba en barco desde España, donde vivió sus primeros años, a unas supuestas vacaciones al Caribe.
Revela que en ese viaje, que cambió su destino, supo que no era española como creía y que iba a conocer a su padre, Salvador Goico Morel, que llegó a ser juez de la Corte Suprema de la República Dominicana.
Sin embargo, al verlo en el puerto y saludarlo con un «hola, papi», él ni siquiera la miró y la reprendió por llamarlo así: «Dígame padre o papá, eso de 'papi' es cosa de putas», le espetó.
Aquel hombre se tornaba violento cuando bebía, y sometía a su madre a maltrato. En otra ocasión, se llevó a Charytín a un burdel para supuestamente evitar que la madre se la llevara a España.
«Tendrían que pasar muchos años para poder acercarnos (con mi padre)», dice en uno de los capítulos.
La también presentadora, una mujer delgada y alta, de cabello rubio y con su inseparable lápiz labial rojo, contó además a Efe que fue «una niña muy sufrida» pero también «una niña que no permitió» que le quitaran la alegría.
Asegura que fue muy difícil escribir el libro, que no paraba de llorar, porque abrió heridas al recordar tantas cosas de su existencia que «tocaban» tanto su «alma».
En este libro el lector conocerá más detalles sobre la historia de amor con su esposo, de su relación con otros artistas, su calvario para ser madre, sus extrañas premoniciones o por qué dejó de cantar, entre otras revelaciones.