Llamémoslas células zombis, porque se niegan a morir. A medida que se acumulan en el cuerpo, aceleran el envejecimiento y las enfermedades que llegan con él, como osteoporosis y Alzheimer, de acuerdo con algunos estudios. Los investigadores analizan medicamentos que pueden matar células zombis y posiblemente atender los problemas que conllevan.
Básicamente, el objetivo es luchar contra el envejecimiento, lo que, con suerte, retrasará la aparición de enfermedades y discapacidades en conjunto, afirma el doctor James Kirkland, especialista en geriatría de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota. Eso contrastará con la actual estrategia de tratar una enfermedad sólo para ver cómo surge otra, dijo.
La investigación se ha hecho principalmente en ratones. A principios de este año, se publicaron los primeros resultados de pruebas en humanos con algunos resultados tentadores.
En realidad, las células zombis se llaman células senescentes. Nacen normales, pero luego se encuentran con una fuente de estrés, como daño a su ADN o una infección viral. En ese momento pueden optar por morirse o volverse zombis, básicamente entrando en un estado de animación suspendida.
Los problemas empiezan cuando las células zombis liberan sustancias químicas que pueden dañar a células normales cercanas.
¿Qué tipo de problemasé En las pruebas en ratones, se demostró que los medicamentos que eliminan las células zombis —llamados senolíticos— mejoraron una impresionante lista de problemas, como cataratas, diabetes, osteoporosis, Alzheimer, cardiomegalia, problemas renales, arterias tapadas y pérdida muscular relacionada con la edad.
Las pruebas en ratones también demostraron un vínculo más directo entre las células zombis y el envejecimiento. Cuando a los ratones viejos les dieron medicamentos destinados a tratar esas células, los roedores tuvieron mejor velocidad al caminar, fuerza de agarre y resistencia en una caminadora. Incluso cuando se dio el tratamiento a ratones muy viejos, el equivalente a personas entre 75 y 90 años, su expectativa de vida aumentó 36% en promedio.
Los investigadores también comprobaron que cuando se trasplantaron células zombis a ratones jóvenes, básicamente actuaron como si fueran más viejos: su velocidad máxima para caminar disminuyó, y su fuerza muscular y resistencia empeoró. Las pruebas demostraron que las células implantadas volvieron zombis a otras células.
Kirkland y sus colegas publicaron este año la primera prueba de un tratamiento contra células zombis en personas. Involucró a 14 pacientes con fibrosis pulmonar idiopática, una enfermedad generalmente mortal en la que el tejido de los pulmones se cicatriza. El riesgo aumenta con la edad y los pulmones de los pacientes muestran evidencia de células zombis.
En general, los resultados fueron motivantes y «realmente aumenta el entusiasmo para seguir con estudios más rigurosos», dijo el doctor Gregory Cosgrove, director médico de la Fundación de Fibrosis Pulmonar, quien no participó en el estudio.
El campo de las células zombi es aún joven. Pero Kirkland calcula que al menos media docena de compañías tienen programas en busca de tratamientos. Él tiene acciones en una.
Fuente: AP