“Edwin no hablaba; siempre jugaba solo. Ahora se integra a las actividades fácilmente”, declara Liselot Melo, su madre, entre lágrimas, cada vez que pone su mirada en el rostro de su pequeño hijo.
Mientras observa sus expresiones faciales, gestos y ademanes que antes no era capaz de manifestar con la facilidad que ahora demuestra, esta madre recuerda el proceso de terapias y todo lo que ha avanzado a través del Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID).
Los cambios son notorios. La conducta de Edwin era uno de los grandes retos que tenían sus padres al momento de integrarlo a las actividades sociales en el entorno familiar y la socialización con niños de su edad.
Igual que él, unos 2,750 niños están registrados, con sus respectivas familias, en este centro dedicado a la evaluación, diagnóstico y rehabilitación de niños y niñas con trastornos del espectro autista, parálisis cerebral y Síndrome de Down, hasta 10 años de edad.
Entre 485 a 510 pacientes figuran como activos dentro de este proceso de aprendizaje, partiendo de terapias coordinadas una o dos días por semanas, para que estos las puedan recibir de manera secuencial, en función a la discapacidad o condición que presenten.
Terapias
Muchos niños reciben terapias físicas y ocupacionales, mediante las que se les enseña el desarrollo de actividades de la vida diaria, tales como la manera de abrocharse una camisa, amarrarse los condones de zapatos y cómo vestirse.
Entre las terapias complementarias llevadas a efecto en el centro figuran danza y movimiento terapias, cuya finalidad es que, a través del baile, estos fortifiquen los huesos y ganen habilidades. Tienen musicoterapia, teatro y pintura.
Según el doctor Moisés Taveras, director del CAID-Santo Domingo Oeste, a través de la terapia conductual los niños que necesitan algún tipo de intervención profesional más directa respecto a adaptación, este programa los modula para que puedan integrarse.
Además, Taveras puntualizó que entre los 5 y 10 años, el proceso de habilidades en la socialización se debe fortalecer, tomando en cuenta que muchos de estos infantes no saben cómo socializar, por lo que se mantienen muy aislados o, por el contrario, pueden ser “excesivamente afectivos”.
De acuerdo al galeno, las intervenciones terapéuticas pueden ser muy variadas y tratarse desde las terapias del lenguaje, psicopedagogía hasta cómo prepararlos dentro de las actividades pedagógicas para que luego, al cumplir seis años de edad, puedan asistir a la escuela.
“Todo niño que va desde cero hasta 5 años entra a servicio de atención temprana o intervención temprana, que son programas específicos para niños que son pequeños, para que a medida que se van desarrollando puedan beneficiarse del aprendizaje”, señaló Taveras.
El especialista explicó que por medio de un programa especial de entrenamiento especial a las familias, los miembros del hogar que convivan con un niño que tenga una condición especial aprenderán cómo actuar ante alguna eventualidad ocurrida con los pequeños, por lo que estos deberán gestionar un permiso especial dentro de la empresa donde laboran, para ser parte del proceso de interacción con sus hijos.
En total, en este centro se han efectuado 202,000 intervenciones terapéuticas, y el año pasado se realizaron 54,000 intervenciones terapéuticas.
Tanto de las República de Panamá y Honduras, entre otras naciones de América Latina, República Dominicana ha recibido solicitudes a fin de replicar el modelo institucional-operativo de este centro. En la actualidad, Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID) realiza, junto al Ministerio de Educación, el programa nacional de inclusión escolar que beneficia, directamente ,a niños con discapacidad e impacta positivamente en sus familias y su entorno social.
OTROS PROGRAMAS
Ángeles de la Cultura es el programa artístico-cultural del Despacho de la Primera Dama, que tiene como misión propia llevar la educación artística a niños y jóvenes de barrios en riesgo en el país, transformando aulas de escuelas regulares en academias de arte.
En la actualidad 3,291 de barrios populosos asisten cada sábado a clases de danza (ballet, contemporánea y/o folclor).
El Programa Nacional de Tamiz Neonatal (Proyecto) persigue contribuir al cuidado y fortalecimiento de la educación en salud, involucrando a la familia como actor clave de un proceso de desarrollo humano caracterizado por lactitudes positivas y responsables.
Tamiz Neonatal ofrecerá a familias de escasos recursos la posibilidad de realizar a sus hijos e hijas recién nacidos un estudio que detecta trastornos genéticos y permite prescribir el tratamiento de rigor para evitar discapacidad o muerte temprana.
Como su nombre lo indica, los niños y niñas beneficiados de este proyecto, que se desarrolla a través del sistema público de salud, deben tener más de dos y menos de siete días de nacido y en caso prematuridad, el análisis se realizará a los siete días de nacida la criatura y se repetirá a una semana después.
Fuente: Listin Diario