El tránsito irregular de haitianos por la selvática frontera colombo-panameña con destino a Estados Unidos —que rebasó el año pasado la capacidad de las autoridades migratorias de Panamá— se redujo drásticamente en enero, mientras que el flujo de migrantes venezolanos se incrementó y fue el grupo de extranjeros que más utilizó esa ruta para seguir hacia el norte el mes pasado, informaron las autoridades el martes.
Los migrantes también están utilizando ahora vías marítimas, en vez de cruzar a pie por el corazón del Tapón del Darién, en un trayecto que para decenas resultó mortal el año pasado.
Durante el primer mes de 2022 hicieron ese tránsito por la frontera común 4.702 migrantes y más de la mitad de ellos fueron venezolanos, dijeron los principales funcionarios de la Cancillería y del Ministerio de Seguridad de Panamá en rueda de prensa. Es un aumento relevante si se tiene en cuenta que sólo en todo el 2021 el número de venezolanos que cruzó el Darién fue de 2.819, según datos oficiales.
“Los venezolanos se han marchado por diversas razones, como las oportunidades para generar ingresos, la inseguridad y la falta de empleo”, dijo a The Associated Press por correo electrónico Santiago Paz, jefe de la misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) Panamá. “También, se observa un aumento de los movimientos de migrantes y refugiados desde Venezuela que puede ser consecuencia del deterioro de la situación económica agravada por la pandemia del COVID-19, y los problemas de acceso a los servicios básicos, entre otros”, agregó.
No se precisó cuántos haitianos cruzaron en enero, pero ese fue el grupo que dominó el año pasado la más grande ola migratoria registrada en esa zona fronteriza de difícil acceso desde que comenzó el fenómeno hace más de una década. Casi el 80% de los más de 134.000 migrantes que atravesaron el Darién fueron haitianos en 2021. Paz dijo que no descarta que en el caso de la migración haitiana el descenso tenga que ver posiblemente con el hecho de que para esta temporada ese flujo suele tener una tendencia a la baja.
Mientras tanto, la cifra diaria de migrantes en tránsito en enero también cayó significativamente, al pasar de un promedio de 2.400 en 2021 a 140 este año. Sin embargo, las autoridades son cautelosas con esta cifra y no descartan que la situación pueda cambiar. En este momento de temporada seca o de verano es cuando tradicionalmente se incrementa el flujo irregular por el Darién.
“Aunque somos optimistas, seguimos con cautela los datos y nos preparamos para enfrentar posibles vaivenes en la evolución de esta compleja situación, siempre en coordinación con la comunidad internacional”, dijo la ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Erika Mouynes.
Panamá tuvo el año pasado que llamar urgentemente a impulsar un esfuerzo mancomunado entre los países involucrados en este flujo —los que sirven de llegada, paso y destino— con el fin de establecer medidas para un tránsito más controlado, que al final no se logró cabalmente por la avalancha de migrantes que cruzaron, principalmente haitianos. Panamá se vio desbordada y debió desembolsar 45 millones de dólares para atender la crisis.
Mientras tanto, los migrantes están ahora eludiendo el difícil tramo por tierra y selvático del Darién, que les tomaba hasta una semana o algo más para llegar a los primeros poblados de Panamá. Esta vía le costó la vida a decenas de migrantes el año pasado.
El ministro de Seguridad, Juan Pino, explicó que los migrantes realizan ahora un trayecto marítimo por el Pacífico desde el poblano colombiano de Juradó a la localidad darienita de Jaqué. Y en el Caribe, desde Capurganá en Colombia hasta el remoto poblado indígena panameño de La Miel y de allí a la selvática comunidad de Canaa Membrillo. Agregó que durante el flujo migratorio de enero reportaron migrantes también de África y Asia, y que entre ellos detectaron un grupo de 16 de Siria, Pakistán y Líbano con pasaportes venezolanos falsificados.
“La dinámica de la población es fluida ahora, con un aumento de las llegadas tras la reapertura de la frontera venezolana, así de los movimientos irregulares y pendulares”, apuntó Paz, el funcionario de la OIM.