Britney Spears sufrió un duro golpe luego de que se determinara que su exesposo, Kevin Federline, se hará cargo del 70% de la custodia de sus hijos: Jayden James, de 12 años, y Sean Preston, de 13 años, mientras que ella solo tendrá un 30% de derechos de custodia sin supervisión.
Previo a esta sentencia, la estrella del pop y Federline tenían la mitad de la custodia de sus hijos, es decir 50% cada uno, pero de acuerdo con el portal TMZ, esta situación permanecía así desde que Spears se estabilizó luego de sus problemas de salud mental que comenzaron en 2007.
Sin embargo, la recaída que tuvo la cantante el año pasado, debido a los medicamentos que tomaba y la enfermedad de su padre, Jamie Spears, fue determinante para que las autoridades llegaran a esta resolución, así lo señala el mismo medio.
Sumado a ello, el abogado de Federline, Mark Kaplan, señaló que el padre de Britney habría maltratado físicamente a su nieto Sean, de 13 años, frente a su hermano, Jayden, momento tras el que la intérprete habría sacado a sus hijos de la casa. “Britney hizo lo correcto y se llevó a los niños fuera de allí”, explicó Kaplan.
