Los niveles de metano en la atmósfera aumentaron a un nivel récord en todo el mundo en 2021, según la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), que advierte de la necesidad de reducir las emisiones de este potente gas de efecto invernadero.
Los niveles de CO2 también siguieron aumentando considerablemente, según indicó el organismo gubernamental estadounidense en su informe anual.
«Nuestros datos muestran que las emisiones mundiales siguen avanzando rápidamente en la dirección equivocada», dijo el director de la NOAA, Rick Spinrad, en un comunicado.
El metano es el segundo gas que más contribuye al calentamiento global, después del CO2. Su duración en la atmósfera es más corta (unos 10 años) que la del CO2, pero su poder de calentamiento es mucho mayor.
Los científicos calculan que el 30 % de las emisiones de metano están relacionadas con la producción de los combustibles fósiles.
Según la NOAA, en 2021 el aumento de los niveles de metano en la atmósfera fue de 17 ppb (partes por mil millones), el mayor incremento anual desde que comenzaron las mediciones en 1983. En 2020, el aumento fue de 15 ppb, que ya era un récord.
Los niveles de metano en la atmósfera alcanzaron 1,895 ppb el año pasado.
«La reducción de las emisiones de metano es una herramienta importante que podemos utilizar ahora para reducir las consecuencias del cambio climático a corto plazo», dijo Spinrad.
A finales de febrero, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) también pidió que se abordara el problema. Su informe anual señala que las emisiones de metano de los sectores del petróleo, el gas y el carbón han aumentado un 5 % en 2021, pero no han vuelto a alcanzar el máximo de 2019.
En la COP26 de la ONU, el año pasado en Glasgow, se presentó el compromiso de reducir las emisiones de metano en un 30% hasta el 2030. Pero de los cinco principales emisores, debido a sus actividades con energías fósiles -China, Rusia, Irán, India y Estados Unidos-, sólo este último lo ha firmado hasta ahora.