La senadora opositora Jeanine Áñez sorprendió la tarde del martes al autoproclamarse presidenta interina de Bolivia.
La decisión- que ella dijo haber tomado para “pacificar” el país- podría incrementar las tensiones porque se realizó en una sesión rápida sin respetar los protocolos de la Asamblea Legislativa y sin que este cuerpo reuniera un quórum que la respaldara.
El ahora expresidente Evo Morales dejó el poder el domingo acorralado por la presión de las fuerzas armadas y las protestas sociales tras las polémicas elecciones generales del 20 de octubre.
Tras autoproclamarse mandataria interina, Áñez ingresó al viejo Palacio de Gobierno con una Biblia en la mano, aunque nadie le tomó juramento. Una vez ahí pidió un minuto de silencio para los cuatro muertos durante las protestas y llamó a las Fuerzas Armadas a ayudar a pacificar el país. “Bolivia quiere vivir en paz. Sí se pudo, sí se pudo”, dijo antes de ser coreada por sus partidarios y anunciar que convocará a elecciones limpias y con autoridades probas. La Constitución pone como plazo 90 días para ello.
Arrestan jueces
La expresidenta y exvicepresidente del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, María Eugenia Choque y Antonio Costas Sitic, respectivamente, además del exvocal Edgar Gonzales deberán guardar reclusión dispuesta este martes por un juez por las denuncias de fraude en las elecciones generales.
El fiscal Ronald Chávez declaró que las exautoridades guardarán reclusión “por seis meses” en distintas cárceles del país, mientras dure el proceso investigativo.
Todavía quedan pendientes algunos actos de investigación como allanamientos y algunas aprehensiones, mencionó el fiscal sin dar más detalles al respecto.
Artero y nefasto.
El presidente dimisionario de Bolivia, Evo Morales, denunció ayer que en su país ha tenido lugar “el golpe más artero y nefasto de la historia”, al reaccionar a la proclamación de la senadora opositora Áñez como presidenta interina.