En una amplia extensión de terreno con bien diseñados jardines y un entorno de árboles y fuentes se levanta el Museo del Traje en Madrid. La dirección no nos resulta fácil. Desde la Plaza Cibeles Alexis y yo vamos en bus hasta la Plaza de la Moncloa, apeándonos frente al edificio de la Junta del Distrito que mira al Arco del Triunfo del Ejército del Aire. Cruzamos por un pasaje a la Avenida Arcipreste de Hita. En el Café Massart nos sentamos al exterior a estudiar el plano. Hemos de devolvernos y caminar hacia la Ciudad Universitaria. En una hondonada vemos un edificio con escalinatas. Es el edificio principal del museo. A un lado, otro con la cafetería y salas de exposiciones temporales, que decidimos ver. En junio es diseño emergente: estudiantes de la Universidad Francisco de Vitoria, del Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid y de Creanavarra Centro Superior de Diseño. Tras ver la exhibición vamos al museo. Las escaleras son muy altas para mí. Mi hijo busca otra entrada. Descubre la puerta hacia un ascensor. La seguridad es extrema con interfonos para comunicarse. En la taquilla nos dicen que después de los 65 años la visita es gratuita para la persona y su acompañante. No tenemos que pagar.
Iniciamos el recorrido sin tomar en cuenta si seguimos o no el orden conveniente. Y en este andar admiramos el modelo del mes: en junio 2022 es un traje blanco de espalda descubierta hasta más abajo del cinturón, con la hebilla detrás. Nos adentramos en el mundo de la moda antigua, con todo detalle. Y quedo atrapada por la moda que vino de Francia, y las Señas de Identidad. Conocemos la sala de Evoluciones, también la de los Préstamos Culturales y nos adentramos en las fiestas rituales y el sincretismo religioso y cultural de España y de América Latina. Vemos el Pluralismo y la Universalidad y estamos de acuerdo con que el traje ‘es testigo de la historia’. Asimismo ‘proyecta anhelos y aspiraciones’. Proseguimos por salas que exponen nuevas formas de consumo y la industria de ocio, la vida nocturna en las grandes ciudades europeas, el café cantante que se mueve al ritmo del foxtrot americano con trajes de los años 30 y la moda de masas… (Mi hijo, Alexis Ramos Brusíloff, y yo tomamos las fotos para este artículo en Listín Diario).
Pasarela
‘La moda te observa, cruza la pasarela’ dice un cartel. Y allá voy yo cruzándola, al tiempo que observo la exhibición de moda masculina a cada uno de sus lados, en este museo donde existe un área multisensorial para personas con discapacidad visual.
