Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio
Se agradece enormemente una charla, una conferencia y sobre todo una rica conversación. Esas conversaciones que hacen que uno crezca y se desarrolle, que animan y ayudan.
La rica conversación está unida a los ricos libros, no porque tienen plata, sino porque están llenos de sabiduría. Los que leen tienen una conversación más agradable que los que no lo hacen. Hay que tenerles mucha pena a aquellos que solamente ven cosas que no dicen nada. Por eso hay que temer a una humanidad que no lee, porque va a disminuir, no solamente en su saber ni en sus charlas ni en su educación, sino también que va a disminuir en su conversación. Las ricas conversaciones elevan y forman, y están ligadas también a la lectura de los libros.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.