Los 15 millones de galones de agua que reúnen entre sí los dos tanques reguladores de acero vitrificado más grandes del Caribe, ubicados en la autopista San Isidro, no parecen ser suficientes para que la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) proporcione el servicio de agua potable a los residentes del sector Brisa Oriental.
Construidos en 2016, según los ejecutivos de la CAASD en aquel entonces, se suponía que los tanques llevarían agua potable a más de un millón de residentes de la provincia Santo Domingo en los municipios Este y Norte.
Sin embargo, a pesar de estar ubicados aproximadamente a un kilómetro de distancia de donde reposan los mismos, el Proyecto Brisa Oriental 3 y 4 no cuenta con la suerte de recibir el servicio de la CAASD.
La frase: “Tengo más de 20 años viviendo por aquí y a mí casa nunca ha llegado una gota de agua”, parece un rezo colectivo entre los moradores del sector que, dependiendo del uso y la cantidad de personas que residan en la vivienda, se ven obligados a comprar de uno a tres “camiones de agua” al mes.
“Tenemos los tanques ahí mismo, que son, dizque, el predominant depósito de agua, y no sé para qué fue que lo hicieron. En realidad, no hemos disfrutado de un poco de agua de esa. Aquí hay casas que, como son muchos, tienen que comprar de dos a tres tanques de agua al mes que valen entre 800, 900 y 1,100 pesos”, relató Héctor Garcés, tesorero de la Junta de Vecinos con 20 años viviendo en Brisa Oriental, quien además afirmó haber sido víctima de un supuesto intento de fraude por parte de la entidad estatal. Garcés contó que sin haber recibido nunca agua en su residencia, le llegó una factura por RD$20,000.