Artur Timerman sabe lo que es ver el sida de cerca. Como médico infectólogo en Sao Paulo, acompaña a cientos de pacientes con VIH, el virus causante de la enfermedad. Y admite que está «muy preocupado».
«Los pacientes me dicen que la situación aquí en Brasil se está asemejando a aquella que se verificaba al inicio de la epidemia, que en los saunas gay ni saben con quién tienen relaciones sin preservativos», cuenta. «Eso es día a día».
Los datos más recientes respaldan la inquietud de este especialista del Hospital Edmundo Vasconcelos.
Las nuevas infecciones de VIH en Brasil aumentaron 11% entre 2005 y 2013, según estimaciones divulgadas el mes pasado por Onusida, la agencia de la ONU especializada en el tema.