El alto porcentaje de personas vacunadas contra el COVID-19, así como la alta incidencia que están teniendo otras variantes del coronavirus, explicarían las razones de por qué la delta no ha tenido en República Dominicana el mismo nivel de contagio que presenta en otros países.
La semana pasada, el Ministerio de Salud Pública informó que había detectado cinco casos de delta en un total de 42 muestras secuenciadas y tomadas entre el 21 de julio y el 14 de agosto.
Aunque esta variante del SARS-CoV-2 pertenece al grupo de preocupación designado por la OMS, que la considera muy infecciosa y la ha relacionado con altos rebrotes en otros países, en el país la realidad ha sido distinta.
Justo en julio pasado se inició el declive de casos de la que fue la tercera ola de contagios que ha tenido República Dominicana desde que empezó la pandemia en marzo 2020. Del pico de más de 30 mil casos que se acumularon en el mes de junio, en julio bajó a poco más de 16,000 y continuó bajando en agosto cuando el acumulado fue de 8,201 casos.
Las cuatro demarcaciones en las que se encuentra esta mutación no registran un aumento en los contagios comparados con los registrados entre mayo y junio, en plena ola de la pandemia.
Del 21 de julio al 19 de septiembre, en la provincia Duarte, donde fueron identificadas dos muestras con la variante delta del COVID-19, se han registrado 524 nuevos casos de coronavirus. Entre tanto, del 21 de mayo al 19 junio se registraron 646 casos.
En San Cristóbal, desde que se identificó la delta hasta ayer se han registrado 347 contagios, mientras que, del 21 de mayo al 19 junio, el mismo lapso de tiempo previo a la circulación de la mutación, se habían reportado 1,713.
En La Altagracia, la primera provincia en alcanzar el 70 % de vacunados con dos dosis, también se reportó una muestra con la variante delta. Del 21 de julio al 19 de septiembre se han reportado 800 contagios, frente a los 1,152 registrados del 21 de mayo al 19 junio.
La otra demarcación donde se reportó una muestra con la variante delta fue Santo Domingo, demarcación que pasó de 11,467 contagios entre el 21 de mayo y el 19 de junio, a 2,856 casos entre el 21 de julio al 19 de septiembre.
Contrario ha ocurrido con Estados Unidos, donde la crisis sanitaria se agudizó a partir de julio debido al incremento de los casos que, un mes después, eran en su gran mayoría de la variante delta.
A mediados de agosto, el Gobierno cubano informó que ese país tenía para entonces la situación más compleja desde el inicio de la pandemia, con un aumento sostenido de infectados y de fallecidos, y lo atribuía, entre otras razones, a la presencia de la variante delta en su territorio. Para ese momento, según el ministerio de Salud de Cuba, la variante estaba presente en todas las provincias, con predominio en la capital y otras cinco demarcaciones.
Consultado sobre las razones que pudieron incidir para que en República Dominicana no haya un predominio de esta cepa, el infectólogo David de Luna, vicepresidente de la Sociedad Dominicana de Infectología, lo atribuye en principio al hecho de que el país tiene más del 50 % de su población vacunada con sus dos dosis de la vacuna anticovid.
“De los tres tipos de vacunas que se tienen aquí en el país todas cubren la delta, aunque una en menor medida que las otras variantes, pero la cubre. La segunda razón es que la delta ha sido desplazada por las demás variantes que circulan en el país y no tiene el espacio para circular”.