Fue pospuesta para otra fecha no especificada la reunión que tenían pautada autoridades dominicanas y haitianas para buscar una solución al conflicto surgido, tras la intención de Haití, de canalizar el río Masacre para la construcción de un canal de riego.
La gobernación de Dajabón aclaró mediante un comunicado que el encuentro queda suspendido, “porque diplomáticos y altas instancias de ambas naciones están buscando soluciones alternas”.
La reunión binacional pautada para este martes a partir de las 10:00am, fue organizada por la gobernadora de Dajabón, Rosalba Peña que convocó a la parte haitiana a otro encuentro, a fin de buscar una salida al impase.
Pero los funcionarios haitianos advirtieron desde principios que no estaban muy claros si asistían de nuevo a la reunión y defendieron su derecho de hacer uso de las aguas que le corresponde del río Masacre.
También una comisión mixta de técnicos hídricos haitianos y dominicanos estudian la factibilidad del proyecto y hasta qué punto no puede afectar a ninguno de los dos países que comparten la isla Hispaniola.
El río Masacre nace en la montaña Pico del Gallo, en Loma de Cabrera, provincia de Dajabón y desemboca en la bahía de Manzanillo, de Montecristi.
Haití sustenta que el Masacre significa subsistencia y seguridad para su población cerca de la frontera dominicana que no dispone de agua potable y los agricultores están en quiebra, porque sus cultivos se les dañan, porque cosechan en secano, es decir a las inclemencias del tiempo.
El Gobierno de Haití proyecta construir un canal de riego para suplir de agua a agricultores y personas en sus hogares, pero con el agravante de que desviaría un importante trayecto de la parte dominicana del río Masacre.
Y eso, ha encontrado oposición de productores, autoridades y otros sectores de República Dominicana.
Funcionarios y técnicos haitianos aclaran que a pesar de que el río Masacre nace en territorio dominicano, hay una parte importante que corresponde a Haití y que nadie puede impedir hacer uso de sus aguas.
Hicieron mención que los pueblos de Dosmonds, Juana Méndez, Fort Liberté y otras zonas haitianas cercanas a la frontera dominicana de Dajabón, muchas personas viven de la agricultura y que no disponen de agua para satisfacer sus necesidades.