SANTO DOMINGO.- La nómina de la Cámara de Cuentas está «evidentemente» abultada, por lo que una de las tareas de los nuevos miembros será limpiarla.
“Los que no sean necesarios deben ser desvinculados de la institución”, dijo Mario Arturo Fernández Burgos, miembro recién electo.
Fernández Burgos consideró que el edificio del órgano «luce mucho» para 500 personas por lo que estarán verificando quiénes realmente prestan servicio a la institución.
Anunció que hoy solicitará reunión con la jurídica para saber dónde están los 38 abogados y asesores que están vinculados a la Cámara.