Las grandes empresas tecnológicas de EE.UU. se mostraron este martes “decepcionadas” por la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que prohíbe la concesión de visados para ciertas categorías de trabajadores extranjeros hasta 2021 para potenciar el empleo entre los estadounidenses.
La prohibición incluye los visados H1-B, diseñados para ciertos trabajadores cualificados y de los que se nutre especialmente el sector de la tecnología, que cada año recluta para EE.UU. decenas de miles de programadores, ingenieros e informáticos de todo el mundo.
“Como Apple, esta nación de inmigrantes siempre ha hallado fuerza en nuestra diversidad, y esperanza en la eterna promesa del sueño americano. No hay nueva prosperidad sin ambas. Estoy muy decepcionado por esta proclamación”, escribió en su cuenta de Twitter el consejero delegado de Apple, Tim Cook.
En unos términos muy parecidos se expresó el máximo responsable de otro gigante de Silicon Valley, el consejero delegado de Google y Alphabet, Sundar Pichai, nacido en India y quien aseguró que “la inmigración ha contribuido inmensamente al éxito económico de EE.UU., convirtiéndolo en un líder global de tecnología”.
“Estoy decepcionado con la proclamación. En Google seguiremos apoyando a los inmigrantes y trabajando para crear oportunidades para todos”, añadió Pichai.
Por su parte, Amazon, la empresa que más trabajadores llevó a EE.UU. el año pasado con el visado H-1B, dijo en un comunicado que “impedir que profesionales cualificados entren en el país y contribuyan a la recuperación económica pone la competitividad de EE.UU. en riesgo”.
También desde Microsoft, su presidente, Brad Smith, aseguró que este “no es el momento de privar a nuestra nación del talento mundial ni de crear incertidumbre y ansiedad. Los inmigrantes desempeñan un papel vital en nuestra compañía y están contribuyendo a este país en el momento en que más los necesitamos”.
Facebook, por su parte, acusó directamente a Trump de “usar la pandemia de COVID-19 como justificación para limitar la inmigración” y reivindicó a los inmigrantes cualificados como motores de innovación tanto en Facebook como en el resto del país y, por tanto, su llegada “debería promoverse, no restringirse”.
La decisión anunciada el lunes por la Casa Blanca pretende proteger a los trabajadores estadounidenses después de la pérdida de empleos en medio de la pandemia del coronavirus y, según el Gobierno, evitará que empleados foráneos “ocupen” unos 525.000 puestos de trabajo.