Un retroceso de la actividad económica en un entorno de limitaciones a la compra de divisas —que se podría resolver una vez que pasen las elecciones— es uno de los elementos que caracterizarán el año 2020 para República Dominicana.
Un grupo de expertos participó en una conversación virtual que fue organizada por la Cámara Oficial de Comercio de España en República Dominicana para debatir sobre las perspectivas del país.
El economista Bernardo Fuentes prevé que la inusual demanda de divisas está relacionada con la necesidad de las personas y empresas de cubrir sus ahorros ante la incertidumbre. “Un escenario posible es que esto se mantenga hasta las elecciones y los resultados aclaren incertidumbres”, dijo.
Aclaró que la presión sobre el mercado cambiario es muy diferente a la situación que se presentó en el año 2004 cuando el Banco Central se quedó prácticamente sin reservas. “No es el caso ahora”, enfatizó.
“Es lógica una presión cambiaria y es lógico que las autoridades hayan dejado que eso pase”, dijo Fuentes.
Por su parte, el economista Miguel Ceara Hatton destacó que la caída de la economía en abril será muy profunda y la de mayo menos intensa, pero eso no impedirá que el año termine en negativo. Estima que el retroceso de la actividad económica dominicana este año será de 4.3 %.
“Estamos en una situación especial de depresión económica, una cesación de pagos en las cadenas productivas, un aumento del desempleo y una caída de la calidad de vida”, dijo durante el encuentro virtual organizado por la Cámara Oficial de Comercio de España en República Dominicana.
Ceara Hatton explicó que la recuperación será el reto. Su estimación es que en 2021 la economía se reactive, pero no quiere decir que todos los sectores lo logren.
“El sector turismo va a tardar en reaccionar porque no está bajo control nuestro. Y los temores no se van a calmar de manera inmediata. Probablemente el turismo se tome su buen año en recuperarse”, detalló Ceara Hatton.
Con la recuperación para el próximo año coincide Fuentes. No obstante, advierte que la pandemia no está controlada, ni hay vacunas que pongan freno al COVID-19, así que “otro brote sería muy negativo para las perspectivas del país”, señaló.
Entre tanto, Carlos Quenan, profesor de ciencias económicas en el Instituto de los Altos Estudios para América Latina – Paris Sorbonne y vicepresidente del Instituto de las Américas en Francia, explicó que República Dominicana y el resto del Caribe tendrán un shock positivo de la crisis, debido a la caída de los precios petroleros, pero quizás no sea suficiente para frenar el impacto que sobre la oferta de divisas tiene el retroceso de la producción en las zonas francas, el turismo y la caída de las remesas familiares.
Quenan indicó que las políticas de estímulo económico que ha aplicado el Gobierno dominicano equivalen a 2 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Fuente: Diario Libre