- No se trata solamente del peso, sino que el cuerpo podría estar enviando otro tipo de mensajes
La mala alimentación no incide solamente en el peso. De hecho, es muy equivocado asumir que el peso es lo único que nos indica cómo nos estamos alimentando, porque el cuerpo envía muchas más señales al respecto. Si identificas algunas de estas señales, deberías consultar con un profesional de la nutrición y cambiar la manera en la que te alimentas.
Sientes mucho cansancio todo el tiempo
La fatiga constante puede deberse al exceso de carbohidratos y azúcares, porque si bien ambos te energizan, su efecto pasa muy rápido y dejan una sensación de cansancio, principalmente si el cuerpo no los procesa adecuadamente y no te ejercitas. Deberías sustituir los productos procesados por alimentos naturales.
Observas que pierdes el cabello
A veces tiene que ver con el propio cuidado del pelo, pero muchas veces puede estar relacionado a un déficit de proteínas y de calorías. La dosis diaria debería ser, como mínimo, de 0,8 gramos de proteínas. Las encuentras en el pescado, en el huevo, en los frutos secos, en las hojas verdes o en las lentejas.
Vas muy seguido al baño
Si tus ganas de orinar son muy recurrentes, podría indicar que tus niveles de glucosa están excesivamente altos. Si esto sucede, se dañan los vasos sanguíneos de tus riñones y eso provoca esta necesidad recurrente y casi constante.
Sientes depresión
Esto puede estar relacionado directamente con la falta de nutrientes. Si no sumas las suficientes calorías y carbohidratos, sufrirás cambios de ánimo. Si tu cuerpo no produce suficiente serotonina, aparecen sentimientos como ansiedad o depresión.