SANTO DOMINGO.-El ciudadano peruano Luis Dennis Álvarez denunció que en 1995 fue deportado del país, lo que aprovechó el ingeniero Rafael Pichardo para mediante un poder entregado por su exesposa Libanesa Gutiérrez Castillo, quien fingió ser la dueña, vender el local de su empresa a José Antonio García Zapatero.
Contó que falsificaron su firma y las de los antiguos socios, que ya no tenían parte porque les compró y que después de apelar su repatriación, las autoridades dominicanas le levantaron el impedimento de entrada porque demostró su inocencia y al llegar encontró sus bienes traspasados.
El hombre, que debió agotar un periplo de años para empezar un juicio, confía en que la justicia prevalecerá, porque todo está tan claro que en la Cámara de Comercio aparece como dueño de la compañía, a cuyo nombre está el local, y esa entidad le certificó pertenencia, porque no hubo ninguna asamblea que lo destituyera, por tanto la venta es nula.
Indicó que su expareja le aseguró que la intención era alquilar por 12 meses pero que en 1996 vendieron “porque no sabían qué iba a pasar conmigo”.
Expuso que aunque sus exsocios están dispuestos a someterse a una prueba caligráfica, la jueza de la segunda sala del Tribunal de Tierras, Alicia Campos Ega, rehusó ordenarla y dio ganancia de causa al comprador. El caso, que lleva nueve años, está en apelación y en espera de designación de magistrado.
“García Zapatero dijo que no conocía a Pichardo pero son representados por la misma abogada, lo que no encaja, tampoco encaja que el expediente de la venta desapareció poco después de iniciado el proceso. Por suerte pude conseguir una copia antes de eso”.