A su regreso de China la semana pasada, el doctor Ian Lipkin se puso en cuarentena en su sótano. Su esposa le deja su comida en las escaleras. Ya no le queda más para ver en Netflix. En horas inusuales camina por el Central Park de Nueva York, manteniéndose a unos metros de distancia de los demás.
Mientras la atención está enfocada en los cruceros y bases militares estadounidenses en cuarentena, los que están en sus hogares han esquivado casi toda la atención.
Los expertos dicen que estas personas juegan un papel crucial en desacelerar la propagación de la nueva enfermedad COVID-19.
La mayoría de los casos y casi todas las muertes se han registrado en China. En todo el mundo, las autoridades ordenan dos semanas de cuarentena domiciliaria y monitoreo de síntomas para los viajeros que regresan de allí.
Es la única herramienta que tienen.
“Todavía no tenemos una vacuna y no tenemos medicamentos aprobados para la prevención o el tratamiento de la enfermedad. Entonces, todo lo que tenemos es aislamiento”, dijo Lipkin, quien dirige el Centro de Infección e Inmunidad de la Universidad de Columbia.
Las autoridades chinas invitaron a Lipkin, un experto en virus, para ayudar a evaluar el riesgo que representa la COVID-19. Hizo un trabajo similar en China durante el brote de SARS en 2003.
“Esta es mi segunda vez en el calabozo”, dijo Lipkin, quien pasó un tiempo en cuarentena en aquel momento. Terminará su encierro el martes, celebrando con un martini seco en público. Los números de la cuarentena doméstica cambian constantemente y son difíciles de precisar. El estado de Nueva York, por ejemplo, ha recibido los nombres de más de 350 personas que recientemente regresaron de China. Los departamentos de salud locales los están monitoreando y recomendando cuarentena para aquellos sin exposición conocida al virus.
En Estados Unidos, las pautas estatales y federales clasifican a las personas en grupos de alto, medio y bajo riesgo y tienen consejos para cada grupo, pero los departamentos de salud locales tienen discreción sobre cómo llevar a cabo las cuarentenas.
Sacarán de crucero a 300
Los estadounidenses Cheryl y Paul Molesky cambiarán una cuarentena de coronavirus por otra. La pareja de Syracuse, Nueva York, interrumpirá una cuarentena de 14 días en el crucero Diamond Princess que se encuentra en el puerto de Yokohama, cerca de Tokio, para regresar a Estados Unidos, donde tendrán que pasar otras dos semanas aislados dentro de una instalación militar para asegurarse de que no tienen el nuevo virus que se ha extendido por toda Asia. Cerca de 380 estadounidenses están en el crucero.
El Ministerio de Defensa de Japón dijo que unos 300 saldrían en autobuses rumbo al aeropuerto Haneda de Tokio. El Departamento de Estado ha organizado vuelos chárter para llevarlos regreso a Estados Unidos. Canadá, Hong Kong e Italia están planeando vuelos similares.
Más de 100 alemanes
Más de 100 alemanes evacuados de la ciudad de Wuhan, China, epicentro de un nuevo virus, terminaron el domingo una cuarentena de 14 días.
Estas personas se mantuvieron aisladas en una base militar en la ciudad sureña de Germersheim. Ninguno de ellos dio positivo a la enfermedad COVID-19, informó la agencia de noticias alemana dpa.
El brote viral que surgió en China en diciembre ha infectado a más de 69.000 personas en todo el mundo, matando a 1.665 en China y otras cinco en otros lugares.
Alcalde cuestiona a taxistas
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, catalogó este domingo como «indignante» que taxistas en esta ciudad no estén ofreciendo sus servicios a pasajeros chinos por temor al contagio con el coronavirus de Wuhan (COVID-19) y advirtió que habrá «consecuencias».
«Habrá consecuencias para cualquiera que sea sorprendido tomando parte en este tipo de perfil racial, cruel», indicó De Blasio a través de un tuit, luego de que saliera a la luz pública que esta comunidad estaba afrontando esta situación.
Taxistas en la Gran Manzana admitieron al diario New York Post que no están aceptando estos pasajeros y algunos han dejado de trabajar en sectores del distrito de Queens, donde radica una gran población de este país.
Fuente: AP