El director general de la Policía Nacional Civil de El Salvador (PNC), Mauricio Arriaza Chicas, falleció la noche del domingo al estrellarse un helicóptero militar en el oriente del país, en un siniestro en el que murieron también un importante fugitivo vinculado con un caso de corrupción que había sido capturado en Honduras y otras 7 personas, sin que se conozcan aún las causas del accidente.
Estás son algunas de las claves que marcan el siniestro, a la espera de que el mandatario salvadoreño nombre a las nuevas autoridades de la PNC:
El accidente en el que fallecieron dos civiles y 7 miembros de los cuerpos de seguridad se dio cuando el helicóptero del Ejército UH-1H sobrevolaba una zona remota del país al regresar de la frontera con Honduras.
En dicha frontera, la Policía hondureña entregó a El Salvador al exgerente de una cooperativa investigado por el supuesto desfalco de 35 millones de dólares, Manuel Coto. Tras la entrega y detención por la Policía salvadoreña de Coto, intentaron trasladarse a San Salvador.
Los restos de la aeronave fueron localizados en la localidad de Pasaquina, departamento de La Unión, a más de 238 kilómetros de la capital. Pobladores de la zona, abordados por medios locales, han dicho que temieron que cayera sobre sus casas y que al caer no explotó el motor.
Coto fue arrestado el sábado en el departamento de Choluteca, en el sur de Honduras y fronterizo con Nicaragua, por agentes de la Policía Nacional y la Policía de Fronteras, cuando viajaba junto a un supuesto traficante de personas o ‘coyote’ con destino a Estados Unidos, según informó el ministro hondureño de Seguridad, Gustavo Sánchez.
El salvadoreño fue entregado el domingo a las autoridades de su país en la frontera con Honduras, conocida como el Amatillo, 206 kilómetros al noreste de San Salvador. A finales de julio, el fiscal general de El Salvador, Rodolfo Delgado, aseguró que las autoridades de Panamá habían detenido a Coto, sin que haya explicado su aparición en Honduras.
Este accidente le costó la vida a buena parte del alto mando de la PNC.
Arriaza Chicas era director general desde 2019, con la llegada de Nayib Bukele al poder, y formaba parte de la cuestionada primera generación de la PNC en 1993. También había ocupado puestos importantes dentro del cuerpo policial en anteriores gobiernos.
Fue formado en la polémica Escuela de las Américas y por la Escuela de Carabineros de Chile, donde se graduó en 1989, cuando ese país se encontraba bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Este oficial fue cuestionado por el Congreso en pleno en agosto de 2020, por el papel que jugó en el ingreso de Bukele a la sede parlamentaria escoltado con policías y soldados armados con fusiles de asalto, cuando este órgano de Estado era de mayoría opositora.
También falleció Douglas Omar García Funes, subdirector de Áreas Especializadas Operativas de la PNC, quien también fue formado por los Carabineros de Chile.
García Funes fue señalado en un informe de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de ser el «oficial bajo cuyo mando fueron enviados cuatro policías a una muerte inminente» en un motín en una prisión en 2002, además de ordenar la detención de delegados de dicha institución en 2005.
El presidente Bukele dijo que Arriaza Chicas «fue una pieza fundamental» en su guerra contra las pandillas, encaminada mediante un régimen de excepción, que suspende derechos constitucionales.
«No fue cualquier director de los que ha tenido la Policía; fue el director de la Policía del Plan Control Territorial, del Régimen de Excepción, y de la Guerra Contra las Pandillas», apuntó Bukele.
En 2022, la organización Human Rights Watch (HRW) acusó en un informe al director de la PNC de ser «responsable de violaciones generalizadas de derechos humanos durante el régimen de excepción».
El tipo de helicóptero en el que se trasladaban las víctimas, el UH-1H, cuenta con un largo historial dentro de la Fuerza Aérea de El Salvador.
Según un portal oficial de la Fuerza Aérea, fue en 1981 que Estados Unidos donó 10 de estos helicópteros como parte de las ayudas para la guerra civil que libraba el Ejército contra la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
En noviembre de 2016, cuatro militares fallecieron en el oriental departamento de San Miguel al estrellarse un helicóptero UH-1H.