El huracán Beryl arrancó tejados en Jamaica, golpeó barcos de pesca en Barbados y dañó o destruyó el 95% de las casas en un par de islas en San Vicente y las Granadinas antes de avanzar hacia las Islas Caimán y poner rumbo a la costa caribeña de México, tras matar al menos a siete personas.
El meteoro, la tormenta más temprana en alcanzar la categoría 5 en una temporada del Atlántico, se debilitó ligeramente pero seguía siendo un fuerte huracán. Se esperaba que su centro pasara durante la noche justo al sur de las Islas Caimán.
La popular costa caribeña de México preparaba refugios, evacuó algunas poblaciones pequeñas e incluso trasladó huevos de tortuga marina desde las playas bajo amenaza de marejada ciclónica, aunque en los clubes nocturnos de Playa del Carmen y Tulum los turistas tuvieron una noche más para salir.