Al menos ocho personas murieron y más de 40 fueron hospitalizadas este martes en Florida tras un accidente que involucró un autobús que transportaba a trabajadores agrícolas, presumiblemente inmigrantes, en el condado de Marion (Florida), según informó la Patrulla de Carreteras estatal.
Unos 53 trabajadores viajaban en un autobús de 2010 en la carretera más importante de ese condado del norte de Florida rumbo a la granja Cannon Farms, especializada en el cultivo de sandías.
De acuerdo con la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP, por sus siglas en inglés) el accidente ocurrió poco antes de las 6:40 hora local (10:40 GMT) cerca de Ocala, al norte de Tampa, cuando el autobús chocó de lado con una camioneta que venía por el carril contrario.
Como resultado del impacto, el autobús se salió de la carretera, atravesó una valla y se volcó de costado, señalaron las autoridades.
Imágenes del canal Fox muestran el autobús volcado al lado de una cerca de madera y árboles, con considerables daños en su chasis.
La FHP confirmó la muerte de ocho personas y señaló que unas 40 más fueron trasladadas a centros médicos. Ocho de los heridos se encuentran en estado crítico, entre ellos el conductor de la camioneta.
“Hay una alta probabilidad de que se trate de más de ocho muertes”, dijo el teniente de la Patrulla de Carreteras Patrick Riordan en una rueda de prensa en el lugar de los hechos.
Riordan precisó que entre los heridos que han sido derivados a hospitales locales hay algunos en “condición bastante grave”.
“Estamos llevando a cabo una enorme investigación de homicidios de tránsito”, dijo Riordan, quien agregó que se enfrentan a “una investigación muy larga y exhaustiva” que implicará al menos seis meses antes de poder saber lo que realmente ocurrió.
El alguacil del Condado de Marion, Billy Woods, estimó por su parte de que el autobús probablemente transportaba trabajadores inmigrantes, quienes son muy habituales durante esta época del año en esta área agrícola.
Agregó que no ha recibido información sobre un presunto estatus ilegal de las víctimas. “Son personas trabajadoras. No hay absolutamente nada malo en que estén aquí”, añadió.
