SANTO DOMINGO.-El doctor Guido Gómez Mazara, precandidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), reveló que, recientemente, el presidente Luis Abinader le ofreció ocupar un cargo en su gobierno.
Empero, expresó que no aceptó el cargo y que no arribó a ningún tipo de acuerdo con las actuales autoridades.
Dijo que no consideró decente ocupar un cargo público en un momento que llevaba procesos judiciales contra Gonzalo Castillo, Jean Alain Rodríguez y otras personas a las que acusó de la comisión de irregularidades en el desempeño de sus respectivas funciones públicas.
Sin embargo, el líder político favoreció un proyecto de sociedad de la clase política nacional, en torno a los principales problemas que atraviesa el país, citando particularmente el desempleo y la alta tasa de adolescentes que salen embazadas.
Aprobó la incorporación de todos los sectores nacionales en torno las diversas políticas públicas.
Para el aspirante presidencial perremeísta en el país hay una especie de arritmia entre la clase política y la población.
Gómez Mazara defendió el desarrollo de Pedernales, pero sin afectar áreas protegidas y exigiendo transparencia en el fideicomiso de la provincia, mediante plena supervisión de la Dirección General de Contrataciones Públicas, la Contraloría General de la República, el Congreso Nacional y la Cámara de Cuentas.
Precisó tener una visión social y económica diferente a la del Gobierno y en ese sentido recorre el país en su calidad de precandidato presidencial.
El líder político señaló que desde el Gobierno no se busca a los dirigentes del PRM que se sienten excluidos y usados, porque se sabe que no apoyarían un proyecto reeleccionista.
El aspirante presidencial confió en la transparencia de la convención del PRM, a celebrarse a más a tardar en octubre del presente año, en vista de que sería organizada por la Junta Central Electoral.
Condenó que el Gobierno se oponga hoy a lo que apoyó ayer, como es el voto abierto y universal en las primarias partidarias.
Destacó el voto de la diáspora, por representar un millón 200 mil dominicanos, a los cuales no les penetra el dinero para fines de soborno político.
