El cáncer colorrectal (CCR) es uno de los más frecuentes a nivel global, aún cuando existen importantes avances en las pruebas de detección temprana. Se trata de un cáncer que se desarrolla en el intestino grueso, compuesto por el colon y el recto. Los especialistas han manifestado su preocupación porque las últimas estadísticas indican que 1 de cada 5 nuevos diagnósticos de cáncer colorrectal en Estados Unidos ocurre en personas menores de 55 años.
Las personas de entre 20 y 30 años tienen menos riesgo de contraer CCR si se compara con la población mayor de 50 años, pero los casos de personas más jóvenes están en aumento. La doctora Kimmie Ng, directora del Centro de cáncer colorrectal de inicio joven en el Centro de cáncer Dana Farber de Boston, Estados Unidos, señaló que se espera que aumenten en un 90% para 2030 los casos en jóvenes.
La especialista admitió que aún no están claros los motivos de esta baja en la edad para la aparición de este tipo de cáncer, pero destacó que es multifactorial. Entre los posibles factores mencionó la falta de vitamina D, perturbaciones en el microbioma intestinal, un alto consumo de carnes rojas y una dieta deficitaria en general.
Expertos de las universidades de Harvard y Washington publicaron en 2021 un estudio que encontró que las mujeres que bebían más de dos bebidas azucaradas por día tenían más del doble de riesgo de cáncer colorrectal de aparición temprana, en comparación con las mujeres que bebían menos de una bebida. Una investigación en los últimos días en The Lancet, realizada por expertos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Universidad de San Pablo, Brasil, y del Imperial College London, sugirió que las personas que comen muchos alimentos frescos y mínimamente procesados tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer de colon, en comparación con las personas que consumen muchos alimentos ultraprocesados, como carnes procesadas, dulces, refrescos carbonatados y bebidas preparadas.
Según datos de la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés), los diagnósticos de personas menores de 55 años casi se duplicaron del 11% en 1995 al 20% en 2019. Además, la proporción de personas diagnosticadas en Estados Unidos con cáncer colorrectal en su etapa avanzada aumentó de 52% a mediados de la década de 2000 a 60% en 2019. Los resultados fueron publicados en la revista especializada CA: A Cancer Journal for Clinicians
“Aunque la mortalidad general por CCR continúa disminuyendo, este progreso se ve atenuado por un panorama que cambia rápidamente y presagia tendencias menos favorables en el futuro”, alertaron los expertos en su informe.
El cáncer colorrectal (CCR) es el tercer cáncer más diagnosticado y la tercera causa de muerte relacionada con enfermedades oncológicas tanto en hombres como en mujeres en Estados Unidos. Sin embargo, ocupa el segundo lugar en fallecimientos vinculados al cáncer en general. Cada 3 años, la ACS elabora una actualización de las estadísticas de cáncer colorrectal basadas en los registros del Centro Nacional de Estadísticas de Salud.
Los casos y las tasas de mortalidad por cáncer colorrectal han seguido una disminución general de décadas gracias a las pruebas de detección, mejores tratamientos y reducciones en factores de riesgo como el tabaquismo, indicaron los científicos en el informe. Sin embargo, el aumento de los diagnósticos en personas más jóvenes y los casos detectados en etapas más avanzadas mantiene a los oncólogos en alerta.
Rebecca Siegel, directora científica sénior de la Sociedad Americana del Cáncer y autora principal del informe, expresó que “las tasas están aumentando en los jóvenes, pero es alarmante ver con qué rapidez toda la población de pacientes se está volviendo más joven, a pesar de la disminución de la población general”.
“La tendencia hacia una enfermedad más avanzada en personas de todas las edades también es sorprendente y debería motivar a todas las personas mayores de 45 años a hacerse la prueba”.
La tasa de mortalidad por cáncer de colon se redujo 57% en los últimos 50 años, según el informe. Más de la mitad de todos los casos y muertes por esta patología son atribuibles a factores de riesgo modificables, como fumar, una dieta poco saludable, alto consumo de alcohol, sedentarismo y exceso de peso corporal. Además, una gran proporción de la incidencia y la mortalidad por CCR se puede prevenir mediante la exámenes médicos preventivos.
Una de las preocupaciones de los especialistas es que muchas personas de 45 a 49 años no se someten a exámenes de colonoscopia a pesar de que ahora son elegibles en EEUU, apuntó Arif Kamal, director de pacientes de la Sociedad Americana contra el Cáncer. “Existe una relación clara entre la tasa de colonoscopias y el riesgo posterior de contraer enfermedades oncológicas. La detección también es la terapia. Si vemos un pólipo precanceroso, lo extirpamos”, precisó.
El especialista dijo que también existe cierta preocupación de que las personas de 40 y 50 años puedan tener estilos de vida menos saludables, incluido comer más alimentos procesados y menos fibra, que las generaciones anteriores.
Los datos clave del informe de la Sociedad Americana contra el Cáncer:
– Las tasas de incidencia se incrementaron un 2% por año en personas menores de 50 años
– Desde 2004, las tasas de mortalidad en menores de 50 años aumentaron cerca de 1% anual
– En general, los hombres tienen un mayor riesgo que las mujeres. La tasa de incidencia de cáncer colorrectal fue de 41,5 por 100.000 en hombres frente a 31,2 en mujeres. La razón probablemente se deba a las diferencias en los factores de riesgo, como una dieta poco saludable, antecedentes de tabaquismo y exceso de peso, según el informe.
La importancia de los controles médicos preventivos
En diálogo con Infobae, el reconocido doctor Luis Caro, gastroenterólogo referente en la región y director de la carrera de Endoscopía Digestiva de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y presidente de la Fundación Gedyt (Gastroenterología Diagnóstica y Terapéutica) remarcó la importancia de los controles médicos preventivos.
“Este tipo de cáncer es asintomático en su primera fase, por lo que es primordial la consulta al médico y los estudios de chequeo. Además es altamente prevenible ya que lo anteceden lesiones precursoras que, detectadas y tratadas a tiempo, no llegan a convertirse en tumores”, explicó el doctor Caro.
Más del 80% de los casos de CCR se producen a partir de un pólipo, un crecimiento anormal de las células de la pared interna del intestino grueso. Los pólipos no presentan síntomas y suelen crecer lentamente, por lo que si no se detecta y extirpa a tiempo, puede transformarse en un cáncer.
A diferencia de otros tipos de cáncer más agresivos y de progresión rápida, el cáncer de colon tiene una evolución lenta, las primeras lesiones precursoras no malignas pueden aparecer hasta 10 o 15 años antes de la formación del cáncer. Una ventana de tiempo que, la gracias a la medicina preventiva, permite salvar miles de vidas.
En casos de detección temprana, “más del 95% de los casos de cáncer de colon pueden curarse con cirugía y, eventualmente, en el otro 5% de los casos, habrá que evaluar otros tratamientos, como quimioterapia o radioterapia”, remarcó el doctor Caro.
5 estrategias para evitar el cáncer colorrectal
El CCR es muy tratable cuando se detecta a tiempo. Por eso hay que tener en cuenta algunas recomendaciones de los especialistas
1. Conocer los signos y síntomas
Si bien como mencionó el doctor Caro es una cáncer de lenta evolución y comienza sin síntomas, cuando se empieza a evidenciar puede incluir sangre en las heces, un cambio en los hábitos intestinales, pérdida de peso sin motivo conocido, sensación de hinchazón o plenitud y fatiga. Ante alguno de estos síntomas se debe concurrir al médico que seguramente recomendará una prueba de detección.
2. No dejar de hacerse las pruebas de detección desde los 45
Los especialistas están recomendando que las personas mayores de 45 años se sometan a exámenes de detección de cáncer colorrectal, como muestra de materia fecal. En el caso de los más joven, los médicos pueden recomendar un examen de detección más temprano si la persona tiene antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos.
3. Pedir información a los familiares sobre antecedentes de cáncer
Los médicos indagan habitualmente acerca de los antecedentes familiares de distintas patologías, uno de los casos será el del CCR. Para eso lo mejor es preguntar a los padres y hermanos si alguna vez han tenido pólipos o si les han diagnosticado cáncer colorrectal. Los parientes de primer grado (hermanos, padres o hijos) de las personas a las que se les ha diagnosticado deben comenzar a hacerse la prueba diez años antes de la edad en que se diagnosticó al miembro de la familia, explicó Ng. Por lo tanto, un paciente cuyo padre le diagnosticaron cáncer colorrectal a los 45 años, debe hacerse una prueba de detección a los 35 años.
4. Elegir una opción de detección a veces es posible
No en todos los casos es imprescindible realizarse la incómoda colonoscopia. Hay varias otras opciones de detección eficaces. “Nunca ha sido tan fácil hacerse la prueba”, dijo TR Levin, gastroenterólogo de Kaiser Permanente. Los métodos de detección incluyen la colonoscopia, la sigmoidoscopia (un examen menos invasivo para evaluar parte del colon) o pruebas basadas en materia fecal, que generalmente se toman en el domicilio y luego se llevan al laboratorio. Una prueba de heces que se usa comúnmente es la prueba inmunoquímica fecal, conocida como prueba FIT que puede detectar pequeñas cantidades de sangre en las heces y, por lo general, se realiza anualmente.
5. Cambiar la dieta y aumentar la actividad física
“El cáncer colorrectal es uno de los cánceres más estrechamente relacionados con la dieta y el estilo de vida”, ratificó Ng. Aunque todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre qué está causando el aumento del cáncer colorrectal, hay evidencia que muestra que una dieta saludable puede ser protectora. Los estudios sugieren que una dieta mediterránea está asociada con un menor riesgo de cáncer colorrectal . Y cada vez hay más pruebas de que una dieta rica en alimentos altamente procesados y bebidas azucaradas puede ser dañina.